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La Semana Santa de Viveiro homenajea a los cofrades con una escultura

La Semana Santa de Viveiro, ha querido hacer un homenaje a todos los cofrades de Viveiro, los que ya no están , los presentes y los que quedan por venir, pues si no fuese por su considerado apoyo e involucración, nuestra semana santa no estaría en el lugar que ahora mismo ocupa.

Para ello hemos elegido como figuras representativas " Los Heraldos del Encuentro". Se trata de tres anunciadores, que por medio de clarín , tambor y bombo desde tiempos inmemoriables tocan en cada cruce de calles de la ciudad en la mañana del Viernes Santo anunciando el Encuentro entre Jesus y María Camino del Calvario. A continuación pueden ver una imagen de estos Heraldos en la mañana del Viernes Santo.

La Xunta de Cofradías de la Semana Santa de Viveiro cumple 25 años de existencia. Su trabajo de coordinación y promoción de nuestra querida celebración en este último cuarto de siglo se ha visto recompensado con el reconocimiento que hoy tiene nuestra Semana Mayor.

Todo ello, sumado al gran esfuerzo realizado por las ocho fraternidades que la componen, las cuales, han acometido numerosos proyectos para engrandecimiento de nuestra Semana Santa y por ende, de Viveiro. Toda esta ingente labor para la cual hemos contado con la implicación de todo el pueblo y con un apoyo incondicional del Concello, culminó con la consecución en el año 2013 con la declaración de nuestra Semana Mayor como fiesta de Interés Turístico Internacional.

Por todo ello, creíamos que nos quedaba una asignatura pendiente, un merecido homenaje a nuestros cofrades, a toda esa gente anónima que año tras año hace posible que nuestra celebración sea un referente internacional por su forma de conmemorar la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor.

Que mejor manera de homenajearlos que con una escultura pública, colocada en un lugar privilegiado de nuestro Casco histórico, cercana a los centenarios muros del Convento de San Francisco, hoy convertido en centro neurálgico de nuestra pasión.

Una escultura que viene a enriquecer el patrimonio artístico de la ciudad de Viveiro y que será una referencia de nuestra Semana Santa, haciendo que esté presente durante todo el año en nuestras empedradas y seculares calles para disfrute de vivarienses y foráneos.

Nuestra Semana Santa cuenta con numerosos actos y un rico patrimonio en imaginería para poder representar en una escultura, es por ello que no resultó fácil la elección.

Finalmente optamos por “Los Heraldos del Encuentro”, que cada mañana de viernes Santo, anuncian a toque de tambor, bombo y Clarín el inicio del Encuentro. En ellos creemos se conjugan perfectamente la antigüedad de nuestra Semana Santa y la Música, tan presente en la misma.

Quiero agradecer de corazón, en nombre de la Xunta de Cofradías, la altruista colaboración de muchas personas anónimas e instituciones sin las cuales no habría sido posible llevar a cabo este ambicioso proyecto.

Solo queda continuar con esta labor para conseguir el ansiado museo ó un centro de interpretación de nuestra Semana Santa y así colocar la escultura original de Álvaro de la Vega, de madera de eucalipto, en el lugar que le corresponde, entre las seculares imágenes del Encuentro.

Autor de la escultura: Álvaro de la Vega

Álvaro de la Vega nace en Paradela (Lugo) en 1954, lugar donde pasará su infancia y que tendrá gran influencia en toda su creación artística. Por motivos familiares, se traslada junto con su familia a Luarca (Asturias) unos años. Regresa a Lugo para finalizar sus estudios de Bachillerato. Es en esta ciudad donde realiza su primera exposición, de la que sólo se conserva un cuadro. Con veintidós años se traslada a Barcelona para cursar estudios de Bellas Artes. En esta etapa inicial, la pintura es su medio habitual de expresión y sus principales fuentes de influencia la fotografía y el cómic, llegando a explorar el graffiti.

Es en 1990, tras instalarse en Corcubión (A Coruña), cuando comienza a explorar el lenguaje escultórico. Para ello toma como punto de partida la figura, tanto humana como animal, “Somos piel sostenida sobre una estructura. Por eso hice un esqueleto como punto de partida”. Es de nuevo en Barcelona donde realiza su primera individual de escultura en la Galería Tom Maddock en 1991. Estas primeras obras de madera se caracterizan por el uso de la pintura como medio para potenciar el valor expresivo.

Durante la década de los 90, su lenguaje escultórico se consolida apareciendo otro tipo de materiales como el hierro, la cerámica o la piedra, materiales vinculados a la naturaleza o a las profesiones tradicionales. “El hierro es un material humilde, cotidiano, en el hierro se funden lo colectivo y lo fugaz, lo individual, lo solitario, lo estricto”. Los finales de los noventa inician una etapa de intensa actividad expositiva, que se extiende a la actualidad, con presencia en importantes galerías e instituciones. Al mismo tiempo inicia la carrera internacional y su obra comienza a formar parte de destacadas colecciones públicas y privadas.

A mediados de la primera década de este nuevo siglo, el artista profundiza en la exploración de la relación de la obra con el espacio. Para ello utiliza los más diversos recursos, desde cables que se fijan a paramentos o a los techos generando tensiones, a cerramientos o soportes que actúan como verdaderas intervenciones en el lugar que ocupan. Esta interrelación entre espacio-obra-espectador continúa siendo en la actualidad uno de los ejes de su discurso artístico, un discurso maduro y depurado que evoluciona guardando fidelidad absoluta a sus principios fundamentales. En propias palabras del artista, “Antes que nada una escultura es una presencia que comunica con un vacío y creo que por ahí debe empezar el espectador”.
Xunta de Cofradías de la Semana Santa de Viveiro