La causa real del fallo en la Compañía de Tranvías de A Coruña

Nosotros, los Ingenieros en Informática, nos quedamos atónitos al escuchar en algunos medios de información que la causa de este error había sido un fallo informático. No señores no, no ha sido un error informático, ha sido un error humano.
Hace unos meses, la caída de la red de Vodafone se atribuyó a un fallo informático. Unos meses antes, la causa de la caída del Eurofighter español era la parada de sus motores, dos, debido a un error en un programa informático. La sonda de la NASA enviada a Marte se estrellaba en su superficie debido a un error informático. En Perú, Fujimori ganaba todas las elecciones basándose en errores informáticos. Cuántas cosas hacen mal los programas informáticos.
Los programas informáticos tienen una enorme ventaja: se les puede echar la culpa de todo sin que rechisten. Ya empieza a ser difícil distinguir a una pantalla de ordenador de la bola de cristal
que todo lo sabe y lo puede, ni a un Ingeniero en Informática de una adivina con aretes. Y a
ambos se les puede mandar a la hoguera a poco que se compliquen las cosas.
En cualquier instalación eléctrica se piden cualificaciones, habilitaciones, visados, normativa,
controles, BOE y certificados de Industria. En informática, nadie pide nada, y, pase lo que pase, siempre, el problema es del programa.
Claro, el programa informático no va a desmentirlo. Un programa ni piensa, ni siente, ni padece (y más nos vale que esto sigua siendo así). Pero los Ingenieros en Informática sí (bueno, eso creemos). No son los programas, son las personas las que aciertan, y son las personas las que se equivocan.

Es muy fácil el decir que, si hay cualquier ordenador, pase lo que pase, la responsabilidad ya no es mía. Por eso, los Ingenieros en Informática tenemos, como otros facultativos en sus campos respectivos, normas y procedimientos para poner la informática al servicio de las personas, y no como excusa ante ellas. La diferencia está en que cuando haya algo informático que falle, haya algo planificado para esa contingencia. Si se funde un fusible, no hay que tirar el coche. Si un programa tiene algún error, no por eso no se pueden hacer llamadas ni un avión ha de estrellarse.
Pero mientras se acepte que un fallo informático es una excusa para todo, ni los Ingenieros en Informática ni nadie podrá poner coto a este barato procedimiento de eximirse de responsabilidad.