Crisis en Adega (Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza): dimiten 20 cargos por el excesivo control de la UPG

Una veintena de personas con cargos en las juntas directivas comarcales y en la Xunta Directiva Xeral de la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega) dimitieron en respuesta al «control» ejercido por la Unión do Povo Galego (UPG) que les impide practicar un «ecologismo independiente». Así lo puso de manifiesto en una comparecencia ante los medios de comunicación el ex secretario de Adega-Compostela, Xosé María García, quien señaló que un grupo de ex dirigentes y activistas presentaron su dimisión, y otros lo harán en próximas fechas, por «el control extremo de la UPG». «Adega es un rehén de una fuerza política que le marca unos límites y le dice por donde puede ir y eso no es de recibo», denunció el ex secretario del colectivo ecologista. Además, reconoció la existencia de «roces» desde hace tiempo pero, añadió, «desde hace un año se trata de temas de incompatibilidades».

García recordó que desde su creación en 1975, Adega se definió como una organización «independiente y plural» pero desde los años 80 el colectivo «fue tomado un poco por la UPG», aunque hubo una «cierta apertura» que, a su juicio, «no fue sincera» y se materializó finalmente «un control de fuerza». Según datos del pasado mes, Adega cuenta con 1.100 socios.

Xosé María García explicó que el conflicto en Adega se arrastra desde hace un año, aproximadamente, aunque fue tras la asamblea «problemática» celebrada en septiembre cuando se agravó la situación. Algunas de las causas que motivaron la posterior dimisión de cargos de la directiva, de personas no vinculadas a la UPG, radicaban en las «incompatibilidades» de los cargos en la asociación ecologista y la inclusión de estas personas en listas electorales y de su «dependencia real» de partidos políticos. Así, desde el pasado 27 de noviembre, entre 15 y 20 miembros con cargos en la directiva de Adega presentaron su dimisión por lo que, según puntualizó García, causó un «impacto fuerte» en la organización ya que, salvo en la delegación de Lugo, en el resto dimitieron la práctica mayoría de sus cargos.