Skip to main content
A | B | C | D | E | F | G | I | L | M | N | O | P | Q | R | S | T | V | X | Z

Un grupo gallego podría comprar las instalaciones de La Toja que Henkel Ibérica cerrará en Culleredo

El presidente de Henkel Ibérica, Vincenzo Viteli, ha prometido trabajar para buscar una «solución positiva para los trabajadores y una transición lo más ordenada posible» ante el anuncio del cierre de la fábrica de La Toja en Culleredo (A Coruña). Representantes de la compañía, perteneciente al grupo alemán Schwarzkopf & Henkel, han explicado al alcalde de esta localidad, Julio Sacristán, los motivos del cierre, que han trasladado a la prensa al término del encuentro celebrado en el Ayuntamiento.

El presidente de Henkel Ibérica ha reiterado que la decisión de concluir la actividad en Culleredo es «irreversible», mientras que el director general de la división de Cosmética, Luis Carlos Lacorte, ha precisado que no se trata de una medida «repentina» sino «estratégica». Lacorte ha argumentado que la compañía alemana está «buscando rentabilidad» e «intentando mejorar su productividad» y que en la actualidad las cuatro fábricas del grupo en Europa tenían «exceso de capacidad». Ante esta situación, Schwarzkopf & Henkel decidió cerrar una de las factorías para concentrar la producción en las otras tres y lograr abaratar costes, y se optó por la de Culleredo «por ser la menos competitiva», ha asegurado el responsable de la división de Cosmética. Lacorta ha reconocido que en los últimos años se habían realizado mejoras en las instalaciones coruñesas de La Toja, pero enmarcadas en la «estrategia» de la compañía, pero ha reiterado que este centro debe cerrar porque se busca su «rentabilidad como grupo».

Pese al cierre de La Toja en Culleredo, previsto para finales de año, el presidente de Henkel Ibérica ha garantizado que la compañía buscará con el Ayuntamiento «lo mejor para los trabajadores».

El conselleiro de Innovación e Industria, Fernando Blanco, ha asegurado esta mañana que el trabajo de la Xunta de Galicia se centrará ahora en buscar una solución al cierre que garantice el puesto de trabajo de cerca de 150 empleados fijos de la firma y su recolocación en otras empresas en la zona.

Un grupo gallego se ha mostrado interesado en comprar las actuales instalaciones de la fábrica de La Toja en Culleredo para desarrollar un nuevo negocio, después del cierre «irrevocable» anunciado por Schwarzkopf & Henkel.

El alcalde de Culleredo, Julio Sacristán, ha relatado que este grupo gallego interesado había presentado hace tiempo una propuesta empresarial al Ayuntamiento de Culleredo, que finalmente no se pudo materializar por falta de suelo, algo que no sucede en esta ocasión, ha observado, ya que los terrenos de que dispone la fábrica de La Toja ascienden a 60.000 metros cuadrados.

El alcalde garantizó al Comité de Empresa que "el Ayuntamiento no va a recalificar ningún terreno de la fábrica de La Toja", en una reunión mantenida tras el anuncio de cierre de sus instalaciones para finales de este año y antes del encuentro que mañana mantendrá con representantes de Henkel en la Casa Consistorial. El primer edil explicó que lejos de recalificar, Culleredo "es un municipio con una clara vocación industrial y esos terrenos no los perderán, sino todo lo contrario". Así, apuntó que en la zona de Alvedro, donde se asienta la fábrica, el plan general que salió en su día a información pública planteaba la creación de una bolsa de suelo industrial de más de 1.000.000 de metros cuadrados, "necesarios para atender las peticiones realizadas en los últimos años por distintas empresas al ayuntamiento".

En este sentido, comentó que tampoco la empresa propietaria de la fábrica pidió una recalificación de los terrenos. Sacristán explicó que tanto en la reunión que mantendrá mañana con los responsables de Henkel como la que celebrará el Comité de Empresa el miércoles por la tarde, ayuntamiento y trabajadores exigirán el mantenimiento de los puestos de trabajo al entender que la empresa, después de los diferentes procesos de mejora que realizó durante los últimos años, es "rentable y desde el punto de vista económico no hay razón ninguna para que la fábrica se cierre". El alcalde entiende que tampoco existen problemas institucionales, ni con el ayuntamiento ni con la Xunta; ni de tipo medioambiental. Por ello, reiteró su "sorpresa y la de los trabajadores" por la decisión después de que hubiese una apuesta clara de la dirección de Henkel "de continuar el proceso de fabricación teniendo en cuenta que había obras de reforma y mejora de la fábrica adjudicadas y que se estaban ejecutando".
R.