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Cumbre de Monte Pío: PPdeG, PSdeG y BNG acuerdan aplazar a otro momento político la reforma del Estatuto de Autonomía de Galicia

"Lo intentamos pero no pudo ser. No tenemos acuerdo". Con esta sentencia reflejaba el vicepresidente de la Xunta Anxo Quintana lo que dio de si la reunión tripartita sobre la reforma del Estatuto de Autonomía que duró más de seis horas. La conocida como "Cumbre de Monte Pío" terminó sin pacto para un nuevo Estatuto de Galicia ya que, según manifestaron los líderes políticos en el Gobierno gallego, aunque "era el momento políico adecuado" se debe posponer a "otro momento político" más favorable al consenso. Una unidad que no se ha podido conseguir por el clima de crispación que invade la política nacional en la actualidad, ni tampoco por la proximidad de las elecciones municipales de mayo que condicionan la estrategia más inmediata de los partidos políticos.

La definición identitaria de Galicia, el estatus jurídico de la lengua gallega y la financiación autonómica eran los tres puntos sobre los que existían más divergencias entre los partidos políticos, ya que no se llegó a un acuerdo en el seno de la ponencia creada en el Parlamento gallego para consensuar un texto. No obstante, tampoco había acuerdo sobre el listón de diputados necesario para reformar la Lei de Eleccións ao Parlamento de Galicia; el catálogo de competencias exclusivas de Galicia, como la atribución sobre las aguas territoriales hasta doce millas mar adentro que pide el BNG, entre otros puntos de menor envergadura.

PSdeG y BNG no aceptan las propuestas del PPdeG

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, aseguró que la propuesta que presentó a los otros dos líderes políticos gallegos para lograr un acuerdo en el Estatuto "garantizaba los mínimos exigibles" para que Galicia "no pierda el estatus" que actualmente ocupa en el Estado y asumió que parte del fracaso se debió a la "influencia" del clima político de "confrontación" que se vive en España. En la rueda de prensa posterior a la reunión que mantuvo con el popular Alberto Núñez Feijóo y con el nacionalista Anxo Quintana, Touriño lamentó que ni el debate promovido el último año en el Parlamento ni la cumbre de hoy "fuesen suficientes para lograr el deseado acuerdo" y, en consecuencia, la comunidad "haya perdido una oportunidad histórica". "No fue posible", reiteró en su comparecencia de cerca de 30 minutos, en la que admitió que, a pesar de los "avances significativos" que permitió esta cita a tres bandas, no fue posible consensuar un texto de "encuentro", incluso pese a que la propuesta que él presentó "en ningún caso definía a Galicia como nación", sino que recogía la actual formulación de 'nacionalidad histórica'.

Así, incidió en que las alusiones planteadas por él se basaban en "una ley de consenso aprobada en el Parlamento", la de Símbolos, aprobada en 1984, que incluye el Himno gallego con la referencia a "nazón de Breogán" y valoró que su socio de Gobierno, el vicepresidente, Anxo Quintana, hiciese un "esfuerzo de generosidad" para renunciar a su apuesta por el término nación. Por contra, juzgó que la formulación elevada por el líder del PPdeG "claramente hace perder posiciones" a Galicia en el concierto del Estado de las Autonomías, "no sólo frente a Cataluña, sino frente a Andalucía", que recogió en su reforma que la comunidad es una 'realidad nacional'. Para Touriño, el 'sentimiento nacional' propuesto por los populares, "atribuido tan sólo a una corriente, el nacionalismo, y sin una dirección mínimamente clara" aboca a Galicia a "perder estatus" y, por ello, dijo "no estar dispuesto" a permitirlo ya que, según él, "los gallegos no se lo perdonarían al presidente de la Xunta". "Puedo ser flexible, pero no dar un paso que concluya en una pérdida para el país", advirtió. En consecuencia, aseveró que "difícilmente" puede hacer una "propuesta alternativa" a la que presentó hoy, que "aprovecha la oportunidad" que brinda la Ley de Símbolos que, recordó, se aprobó en la Cámara gallega con los votos no sólo del por entonces mandatario autonómico, el popular Gerardo Fernández Albor, sino que también del actual líder del PP nacional, Mariano Rajoy. "En 1984 fue posible, pero hoy, por circunstancias, no podemos reflejarlo en el preámbulo", denunció, tras lo que explicó que "había pensado" que la referencia a la Ley de Símbolos "no podría ser un elemento que no generase consenso en el preámbulo". "Era una propuesta razonable, la respalda una ley y no es una poesía", aseveró, tras lo que resumió: "Quintana la asumió, Núñez Feijóo, no, punto". Con todo, Touriño consideró que la "confrontación política" que se vive a nivel estatal, "que tiene que ver precisamente con los temas territoriales y de terrorismo y que está en su clímax en el tema de la unidad nacional, puso más difícil la flexibilidad y la cesión". "Todo coincide en un momento fuerte de diferencias políticas que no posibilitan los acercamientos", añadió.

En esta línea, aseguró que en otra de las cuestiones que impedía el acuerdo, la lengua, las diferencias fueron sólo "de matices", mientras que en financiación, la reunión permitió "importantes avances, aunque no suficientes". Por todo, confirmó que los líderes "entendieron que actualmente no se dan las condiciones para el acuerdo" y expresó su "plena consciencia de que se perdió una oportunidad histórica". "Se hizo el esfuerzo, pero no fue suficiente", reiteró, tras lo que ratificó que el proceso "queda pendiente de un momento político más favorable que permita cerrar los puntos que hoy quedaron pendientes". No obstante, renococió que este momento para retormar el debate es "indeterminado", ya que los propios líderes políticos convinieron en esta jornada dejar las posibilidades "abiertas para cuando el escenario para acometer la reforma presente garantías de éxito". "Nadie puede predecir cuándo", insistió, al tiempo que valoró que, pese al fracaso, los tres dirigentes "compartan la determinación de que el nuevo Estatuto es necesario". Así, proclamó que "lo importante es mantener vivo el compromiso" y asumió una "autocrítica evidente", puesto que "no se logró el objetivo planteado" y, en consecuencia, el de hoy "no es un día positivo para Galicia". No obstante, rechazó atribuir responsabilidades, puesto que, si los tres partidos son "conscientes de la necesidad de la reforma, deben saber que si agudizan las críticas y buscan más la diferencias que lo que los une, será más difícil encontrar un escenario para la reforma".

El vicepresidente de la Xunta y portavoz nacional del BNG, Anxo Quintana, lamentó hoy que los tres partidos no hayan llegado a ningún acuerdo para desbloquear la reforma del Estatuto de Autonomía porque se ha perdido "una oportunidad inmejorable" para abordar este proceso y atribuyó el fracaso al "nivel de confrontación y virulencia" que se vive en la política nacional. "Lo intentamos pero no pudo ser. No hay un acuerdo. Habrá que esperar a otro momento político para que el acuerdo que hoy no tenemos se pueda dar", confesó Quintana para iniciar la rueda de prensa en la que anunció que fracasaron las negociaciones entre los tres partidos con representación parlamentaria, pese a la "flexibilidad" de su formación política. No obstante, destacó que, a partir de ahora, "no valen eufemismos ni declaraciones de principios", porque la reunión de seis horas que hoy mantuvo con Emilio Pérez Touriño y con Alberto Núñez Feijóo sirvió para que los tres partidos pusiesen "encima de mesa" textos con sus propuesta concretas. "Esto es un avance, quizás el único avance", afirmó.

Acerca de las negociaciones, precisó que, aunque no fue aceptada su propuesta de definición identitaria -que mantuvo el término nación en las dos alternativas que defendió-, ni tampoco su iniciativa sobre el estatus de la lengua gallega --que abogaba por que los dos idiomas tuviesen "plena igualdad de estatus jurídico"--, él sí avaló las alternativas presentadas por Touriño. "Sus propuestas eran muy matizables, pero yo las acepte", dijo al tiempo que criticó la negativa del PP a aceptar tanto las propuestas del BNG como las expuestas por el presidente de la Xunta. Por ello, censuró que el PP no acudiese a esta reunión con propuestas más concretas.

En todo caso, puntualizó que el fracaso de las negociaciones no sólo debe ser atribuido a los desacuerdos entre los tres partidos, sino a la situación política que se vive en Madrid y a su "nivel de confrontación y virulencia", en alusión a la crispación generada entre los partidos nacionales por cuestiones como el proceso de paz en el País Vasco. Así, argumentó que la situación no benefició al acuerdo y precisó que "parte de la justificación" para el fracaso de las negociaciones entre PP, PSdeG y BNG "hay que verla en esta coyuntura política". Por ello, subrayó que "se ha perdido una oportunidad para que Galicia cuente con un Estatuto que la iguale a las otras nacionalidades históricas, "en especial a Cataluña", añadió. No obstante recordó que hay otras comunidades autónomas que no han presentado aún su propuesta y destacó que así Galicia no es la única en dejar incompleto este proceso, en referencia al País Vasco. No obstante, el líder nacionalista anunció que su formación "no va a cerrar la carpeta para mejorar el autogobierno", tanto a través de la ejecución de las competencias del actual Estatuto, como retomando la revisión estatutaria cuando se dé "otra situación política". Quintana no dio fechas para retomar las conversaciones y se limitó a destacar que los tres partidos acordaron que hasta que, no cambie la situación política, no se volverán a sentar a negociar. "No hablamos de elecciones municipales, autonómicas ni de ningún tipo de elecciones", aseveró en referencia al acuerdo entre Touriño y Feijóo por el que habían acordado aplazar la reforma hasta después de los comicios de mayo si no se conseguía el consenso necesario antes de febrero. "Simplemente no hay fechas", dijo el líder nacionalista.

El PPdeG no da por concluido el proceso

El presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, dijo que su formación "no da por concluido el proceso" para reformar el Estatuto de Autonomía en un futuro, pese al fracaso de las negociaciones de hoy entre los tres partidos políticos, y defendió como la fórmula que "une a todos", el reconocimiento del "sentimiento nacional" de Galicia en el preámbulo del texto. Tras la reunión entre los líderes de los tres partidos con representación parlamentaria, Feijóo expuso que los populares abogaron por recoger el "sentimiento nacional de Galicia", una fórmula con la que intentaron "compaginar el nacionalismo y galleguismo dentro de la Constitución", aunque rechazó el término nación que reclamaba el BNG. Así, indicó que la propuesta de preámbulo del PPdeG se trata "claramente de un reconocimiento a la identidad propia de Galicia". Asimismo subrayó que es un preámbulo que "rezuma galleguismo por todos los costados" y ofrece "guiños a los nacionalistas de forma clara y valiente", al reconocerlos por primera vez en el texto estatutario, hasta el punto que es la propuesta de los populares gallegos es la "más ambiciosa que se hizo en ninguna comunidad del Estado, salvo Cataluña".

Feijóo destacó, asimismo, que no pusieron como requisito que en el texto constase la "unidad indisoluble del Estado español", como sucedió en el caso andaluz. En cuanto al reconocimiento al sentimiento nacional, matizó que el PPdeG "no reconoce un Estado plurinacional", aunque sí aboga en el texto por recordar que los nacionalistas y la tradición galleguista han planteado esa cuestión. "Si creyéramos que España es un Estado plurinacional cambiaríamos el carné y nos haríamos del BNG", enfatizó. Una vez más rechazó el término nación para definir a Galicia y sentenció que "sentimiento nacional es una cosa que nos une a todos". Preguntado sobre si la dirección del PP en el ámbito estatal conocía el planteamiento de los populares gallegos, simplemente afirmó que "más o menos". Al respecto, consultado de nuevo sobre si Génova conocía el contenido "más" o "menos", se limitó a responder que "en su punto".

El líder del PPdeG reconoció que "en este momento no fue posible" que las tres formaciones políticas implicadas en el proceso de reforma estatutaria alcanzasen un proceso y avanzó que "no descarta" retomar los trabajos "en otro momento" y añadió que a él le "vale mayo". Así, el presidente de los populares gallegos se mostró dispuesto a abordar de nuevo la reforma en cuanto los dos líderes de PSdeG y BNG "lo quieran", aunque avanzó que él está dispuesto a hacerlo una vez que finalicen las municipales. Feijóo aseguró que el trabajo hecho "merece la pena" y destacó que el PP "no da por concluido el proceso aunque de momento no fuimos capaces de trasladar un acuerdo". En este sentido explicó que los "flecos" que imposibilitaron la consecución de un nuevo estatuto tuvieron que ver con la lengua, la financiación, la Ley Electoral y el preámbulo.

Feijóo entre otros flecos que mencionó, subrayó que no fue posible alcanzar acuerdos en la cuestión de la lengua, en la que abogó por "dejar el Estatuto como está" o "alcanzar la igualdad plena entre el gallego y castellano en el ámbito de la Constitución". En cuanto a la financiación, mantuvo la propuesta de transferir una cuantía fija de 2.500 millones de euros en los cincos primeros años después del Estatuto y aceptó la propuesta del PSdeG de blindar el 8% de la inversión estatal en Galicia. Asimismo, se refirió a la cuestión de la reforma de la Ley electoral que BNG y PSdeG desean mantener como está, mientras que el PPdeG apuesta por elevar la mayoría necesaria para su reforma de la mayoría simple actual a dos tercios del Parlamento.

Preguntado sobre si la situación política del Estado pudo influir en la ausencia de acuerdo, consideró que la situación estatal "no es buena", aunque advirtió de que "se podría haber solventado con inteligencia", tras lo cual añadió que si no se hubiera abierto el debate del Estado plurinacional "sería posible un Estatuto". En ese sentido, insistió en que existe una "situación política de tensión", aunque subrayó que, de todas formas, acudió a la reunión con voluntad de haber alcanzado un acuerdo. Además, consultado también sobre si el encuentro fue una encerrona, sentenció que se trató de "una reunión de caballeros". Finalmente lamentó que la propuesta efectuada por el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, fuese prácticamente la misma que la que aparece en el pacto de Estatuto que tiene con el BNG, ya que consideró que "lo único" que hizo fue eliminar el adjetivo de Breogán al término nación.
R.