Ninguna de las nuevas vías de alta capacidad de Galicia será de peaje. Se invierten 1.500 millones de euros en 300 kilómetros de carreteras

El jefe del Ejecutivo hizo esta afirmación tras visitar las obras de construcción de la autovía AG-59 entre Santiago y A Ramallosa, alternativa a la actual carretera hasta A Estrada, y la AG-56 entre Santiago y Brión, así como el corredor entre Brión y Noia.
Pérez Touriño, que estuvo acompañado de la conselleira de Política Territorial, María José Caride, apuntó que estas obras son «de gran complejidad», pese a lo cual «marchan aceleradamente», con una «buena resolución técnica y adelantando plazos». Según explicó Caride, entre finales de este año y comienzos del que viene la autopista Santiago-Ramallosa «será una realidad» y dentro de un año se podrá usar la de Santiago-Brión.
Pérez Touriño insistió en la importancia «extraordinaria» que estas infraestructuras tienen para el área metropolitana de Santiago, porque permitirán garantizar la comodidad, reducir de forma «espectacular» el tiempo de los viajes y mejorar la seguridad del tráfico. Afirmó además que el Gobierno gallego está poniendo en marcha un volumen de inversión en viales de alta capacidad cercano a los 1.500 millones de euros, lo que permitirá construir por encima de trescientos kilómetros, con un diseño que difiere de anteriores obras porque «pasaron a la historia las vías rápidas» y ahora se prima la seguridad.
Además, avanzó que a finales de mayo se pondrá en marcha la autovía de la Costa da Morte, en concreto el tramo Carballo-Berdoias, el más importante del trazado, a través de una concesión pública que saldrá a licitación cuando concluya el próximo mes. Se trata de «pegar un salto extraordinario» en las vías de alta capacidad, señaló Pérez Touriño, que afirmó que se hará sin recurrir al «peaje directo» a pagar por los usuarios, pese a lo que dijo que sus palabras no quieren decir que condene esta fórmula de financiación. Sí insistió en que se está poniendo en marcha estas actuaciones mediante sistemas que permiten que los usuarios no tengan que pagar peaje, con lo que se cumple una promesa electoral de emplear mecanismos «más ajustados, equilibrados, justos y eficaces».

La conselleira, igualmente, apuntó que, en un futuro, se prevé la continuidad de la autovía entre Santiago y A Ramallosa hasta A Estrada. A este respecto, destacó que se ha resuelto el problema de la comunicación de esta vía con la AP-53, ya que no estaba definido. Anunció que se ha llegado a un acuerdo con el Ministerio de Fomento, que firmará un convenio con el concesionario de la autopista, todavía no cerrado, y que supondrá unas «muy buenas condiciones» para la Xunta. Así, la administración gallega sólo abonará a la concesionaria el coste de mantenimiento, pero no pagará peaje por los dos kilómetros que forman parte de la autopista, y que coincide con el comienzo del nuevo vial Santiago-Ramallosa.
En la visita de las obras, el presidente y la conselleira estuvieron acompañados del alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, el de Teo, Armando Blanco, y Brión, Xosé Luis García.
R.