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Elecciones 27-M: PSdeG y BNG acuerdan el primer pacto de progreso en Ourense

Tras una hora de reunión, la primera después de las elecciones del domingo 27 de mayo, en las que el PPdeG perdió su mayoría absoluta, Rodríguez y Sánchez Vidal manifestaron su "plena disposición" a llegar a un entendimiento para configurar un gobierno de coalición para los próximos cuatro años y aseguraron que ambas fuerzas políticas gozan de "plena autonomía" respecto a las direcciones de sus partidos para negociar en esta ciudad. En una rueda de prensa conjunta, el futuro alcalde de Ourense, que obtuvo ocho ediles el 27-M, y el que será su teniente de alcalde, con seis concejales, expresaron su "voluntad inequívoca" para lograr un pacto de gobierno que rija la ciudad durante la próxima legislatura. Los líderes locales del PSdeG y BNG anunciaron que un equipo de cada formación política compuesto por cuatro personas cada uno, comenzará a "trabajar" manteniendo "reuniones periódicas" en las que se "perfilará" el futuro "programa de gobierno" desde "la responsabilidad".

Ourense es, pues, la ciudad gallega en la que PSdeG y BNG llevan más avanzado el acuerdo entre ambas fuerzas para desbancar al PP de la alcaldía, después de que expresasen su voluntad de establecer un gobierno "conjunto" en el que el socialista Francisco Rodríguez será el nuevo alcalde y el nacionalista Alexandre Sánchez Vidal el teniente de alcalde.

Francisco Rodríguez aseguró que abordarán las principales cuestiones desde la "serenidad, tranquilidad y respeto" a la "decisión ciudadana", que optó por que la ciudad "sea gobernada por un gobierno de coalición y no monocolor". "Tenemos que dar respuesta a los ciudadanos de Ourense y lo haremos sobre todo desde la responsabilidad", aseveró. En consecuencia, Rodríguez explicó que se inicia una época "de trabajo" donde se trazarán las líneas de su proyecto para Ourense con la vista puesta en "dar respuesta a las necesidades y mejoras necesarias para la ciudad". Según dijo, hay "voluntad de entendimiento y colaboración" entre ambas formaciones, de forma que negociarán la confección de un "programa de gobierno para los próximos cuatro años".

Por su parte, el candidato del BNG, Alexandre Sánchez Vidal reafirmó que existe por parte de los nacionalistas una voluntad "firme e inequívoca" de formar un gobierno "conjunto con el PSOE", en el cual se "visualice la presencia de las dos organizaciones". A su juicio, será "muy fácil" elaborar un programa "conjunto" entre las dos organizaciones políticas porque están "de acuerdo en las prioridades" que hay que marcar "para los próximos cuatro años". Sobre las reuniones de los equipos de trabajo del PSOE y del BNG, el líder nacionalista manifestó que serán "permanentes" para acordar el "organigrama" del Ayuntamiento para los próximos cuatro años en base "al programa y prioridades políticas". "Después adscribiremos las personas a las áreas de trabajo que determinemos", aseguró Sánchez Vidal, quien lazó a los ourensanos el mensaje de que "todo va sobre ruedas", por lo que les pidió que estén "confiados" que el nuevo gobierno "será una realidad".

Ambos líderes manifestaron que su "intención" es llegar a un pacto de gobierno antes de que tenga lugar la constitución de la corporación el 16 de junio. Francisco Rodríguez aseguró que, "si es posible", lo harán antes de esa fechas, aunque quiso dejar claro que tampoco es una cuestión "relevante" porque "lo importante" es "hacer el trabajo bien hecho".

Lugo, Vigo y Santiago

El alcalde en funciones de Lugo, José Clemente López Orozco, aseguró que pretende que el pacto de gobierno con los nacionalistas en el ayuntamiento lucense se formalice "lo más pronto posible" para dar estabilidad al Gobierno local. Orozco indicó que quiere que este pacto se plasme "lo más pronto posible" porque "en política no se puede perder tiempo". Además, puntualizó que "piensen que sólo faltan cuatro años para las próximas elecciones".

El actual regidor local subrayó que "hay que preparar las cosas bien". "Ahora llega el verano, por lo tanto me gustaría tener solucionado todo lo más pronto posible", manifestó y advirtió de que en el caso de que no pudiera ser, está Santiago como ejemplo "en el que estuvieron un año y medio gobernando en minoría". A este ejemplo sumó el de Vigo, que "gobernó en minoría hasta el final". "Con 12 concejales da para mucho!", destacó sobre la representación obtenida por los socialistas, frente a los cuatro ediles del BNG.

El candidato socialista a la Alcaldía de Vigo, Abel Caballero, afirmó que previsiblemente mantenga una conversación telefónica con el aspirante nacionalista, Santiago Domínguez Olveira, para fijar un primer encuentro entre ambos cabezas de lista, que sería previo a un posible comienzo de negociaciones entre las dos formaciones, con el objetivo de alcanzar un acuerdo para formar un bipartito que llevaría a Caballero a dirigir el ayuntamiento.
En el transcurso de una comida con los medios de comunicación, el socialista destacó que ayer habló con el candidato nacionalista, y que quedaron en volverse a llamar "el viernes" para concretar una cita en el caso de que hayan finalizado las conversaciones de los partidos a nivel autonómico, en vistas a realizar un marco global de las negociaciones entre PSdeG y BNG. En este sentido, confió en que mañana "esté la cuestión cerrada en Galicia", y poder así concretar la cita.

Caballero, que compareció acompañado por el secretario de la agrupación local, Manel Gallego, y el diputado vigués Abel Losada, abogó por gobernar, con sus nueve concejales, en una coalición con los cinco ediles del BNG, aunque descartó hablar sobre el contenido de los posibles "pactos" hasta haberse reunido con su posible socio de gobierno. Además, destacó que él será "el único portavoz" del PSdeG que informe a este respecto y afirmó que el proceso irá "a paso normal, con calma y discreción". En cuanto al resultado de las elecciones, destacó que fue "excepcional" ya que "habría que ir hasta 1991 para encontrar unos similares", aunque precisó que el panorama actual "es mejor que aquel". Así, se refirió a la pérdida de la representación municipal del Partido Galeguista y afirmó que esta circunstancia supone una "situación cómoda" en el ayuntamiento, en el que participan tres partidos (PP, PSdeG y BNG) "sin acompañantes", en referencia al posible apoyo que pudiera brindar el PG a los populares.

El alcalde de Santiago de Compostela en funciones, Xosé Sánchez Bugallo (PSdeG), declaró que "no ve obstáculos infranqueables" para un pacto con el BNG en este municipio y para tenerlo el 16 de junio, fecha de constitución de la nueva Corporación local.
Sánchez Bugallo reconoció que estuvo en contacto telefónico con el cabeza de lista del BNG, Néstor Rego, al día siguiente de las elecciones y que ambos se reunieron al segundo día. En cuanto a las conversaciones propiamente dichas para cerrar el acuerdo PSdeG-BNG para el Gobierno local de Santiago, apuntó que la propuesta de su partido es iniciarlas la semana que viene, "el lunes, aunque no pasa nada si es el martes". Apuntó que está a la espera de la confirmación del BNG para "sentarse y abordar la negociación", para tratar de responder a la voluntad de ambas partes de, si es posible, cerrarlo antes del 16 de junio. No obstante, el candidato del PSdeG a la reelección en la Alcaldía compostelana admitió que su mayor interés está en "preparar un acuerdo que asegure un gobierno sólido y estable con capacidad de resolver las demandas de los ciudadanos".

Sánchez Bugallo confirmó que él mismo, junto con los ediles electos Francisco Candela y Bernardino Rama -este último también secretario general de la Agrupación Local Socialista- serán los representantes del PSdeG en la comisión de negociación. No obstante, advirtió de que "en momentos determinados no quiere decir que no haya cambios", en función de las agendas. Aseguró que por el PSdeG "se esforzarán" para tratar de alcanzar el acuerdo para el 16 de junio porque, apuntó, "sería bueno" que la elección del alcalde de Santiago esté respaldada por "un acuerdo que garantice un gobierno local estable". En su opinión, esto es "una obligación" de las dos formaciones políticas. En cuanto a si prevé dónde pueden estar las cuestiones más problemáticas para el acuerdo, Sánchez Bugallo manifestó que "está razonablemente seguro de que desde el punto de vista programático cerraremos el acuerdo", aunque reconoció que la asunción de responsabilidades de gobierno es "un tema delicado". En cualquier caso, el regidor compostelano en funciones indicó que "piensa que no deberían no poder resolver los problemas" que se puedan plantear en la negociación, "siempre que se aplique el sentido común" y haya "voluntad", que aseguró se da en el caso del PSdeG. Admitió que los acuerdos para formar coalición en 1999 y en 2003 fueron "complejos, porque fueron buenos y muy elaborados". Consideró que ante la nueva negociación, "la practica nos debe ayudar" y añadió que, mientras hace cuatro años la exigencias del BNG respecto a usar la planta de Lousame "impidieron el acuerdo" hasta varios meses después, "hoy no ve ningún problema, ni en los programas electorales un obstáculo infranqueable en el que alguien tenga que ceder". "Espero que nadie lo ponga en la mesa de negociación, nosotros no lo haremos", dijo.

Sánchez Bugallo consideró que lo que hace unos años era "excepcional", en alusión a las coaliciones PSdeG-BNG, a partir del 27 de mayo va a ser "habitual", a juzgar por los resultados en más ayuntamientos gallegos. Constató que "no hay ninguna mayoría absoluta" en las principales ciudades gallegas y "en todas será necesario un acuerdo político, sino la ciudad donde no lo haya pagará un precio importante", dijo en alusión a que por experiencia -al participar en un gobierno en minoría al mando del socialista Xerardo Estévez- sabe que en un gobierno en minoría "el proceso de toma de decisión se demora". "Eso fue nuestra experiencia entre 1995 y 1999, pero no se la quiero trasladar a nadie", advirtió.

El candidato del BNG Néstor Rego afirmó que "no hay duda" de que habrá un alcalde socialista en Santiago de Compostela, pero advirtió de "que debe tomar en cuenta" al Bloque y a sus proyectos. Consideró que los resultados electorales de su candidatura justifican que "los compromisos del BNG con la ciudadanía sean incluidos en las líneas de acción del gobierno".
El candidato nacionalista y actual primer teniente de alcalde apostó por reeditar un acuerdo con el PSdeG en Santiago y señaló que "lo razonable, es hacerlo antes de la constitución" de la Corporación. A partir de la experiencia de los dos últimos mandatos, opinó que hay que ver "cómo se gestionan" los actuales resultados y señaló como "lo razonable, que las cosas se mantengan" y que se resuelvan "en los plazos que deben".

Postura del PSdeG-PSOE

El secretario general del PSdeG y presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, confió en que los pactos entre su partido y el BNG para gobernar en los ayuntamientos en los que los resultados del 27 de mayo abren esta posibilidad "respeten" la correlación de fuerzas decidida en las urnas, si bien admitió que podrá haber "diferentes fórmulas" para "garantizar la estabilidad". En la rueda de prensa posterior al Consello, Touriño aludió a las dificultades para llegar a acuerdos en determinados consistorios debido a las hostilidades entre candidatos y dijo "esperar que todos respondan respetando la voluntad de los ciudadanos". "El Partido Socialista se quiere comprometer con este principio", garantizó.

No obstante, después de su primera reunión con su Gabinete tras los comicios locales, el mandatario precisó que la base fundamental del acuerdo marco que socialistas y nacionalistas comenzarán a negociar esta misma tarde pasa por "interpretar escrupulosamente lo que los ciudadanos votaron". En este sentido, subrayó que su partido concurrió a las elecciones "comprometido con dos criterios": propiciar gobiernos de progreso y "garantizar la estabilidad". Para ello, apeló a "respetar el principio básico del resultado de las urnas" y, en consecuencia, otorgar el bastón de mando a la lista más votada y distribuir las competencias en función de la cuota de concejales.

Con todo, avanzó que los acuerdos "se pueden hacer de diferentes fórmulas" y no limitarse exclusivamente a una coalición, y vio abierta la posibilidad de establecer alternativas como la de fijar "acuerdos programáticos con apoyos puntuales", que no requieran la integración en el Gobierno local. Aún así, el presidente avanzó que la orientación del documento general que prevé suscribir con el portavoz nacional de BNG y vicepresidente autonómico, Anxo Quintana, será "exactamente la misma" que la de procesos precedentes. "No inventamos nada nuevo", aclaró, tras lo que aseveró que el acuerdo marco "no causará especiales novedades respecto a hace cuatro u ocho años".

Por ello, confió en que las comisiones paritarias que asumen desde hoy las conversaciones "no tarden demasiado en concluir" el trabajo y aprovechó para trasladar "cierta dosis de tranquilidad", para que, hasta la constitución de las corporaciones el próximo día 16, "haya lo normal". "En los ayuntamientos habrá contactos, se dirán cosas... forma parte de la normalidad", mantuvo. Por todo, aprovechó para reiterar una vez más su posicionamiento y recalcó que "el Partido Socialista apuesta con claridad por garantizar la estabilidad y gobierno de progreso respetando el principio básico del voto de los ciudadanos y del resultado de las urnas".
R.