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PSdeG y BNG gobernarán en coalición más de 70 municipios gallegos. El acuerdo marco deja margen de maniobra a los pactos locales

PSdeG y BNG lograron cerrar un acuerdo marco de gobernabilidad basado en "impulsar la creación de coaliciones" en los más de 70 ayuntamientos en los que el 27 de mayo abrió esta posibilidad, si bien su "concreción" queda "pendiente de las negociaciones locales" posteriores a la firma del documento, que se rubricará el próximo lunes. Así lo anunciaron en declaraciones a los medios de comunicación el secretario de Organización del PSdeG, Ricardo Varela; y el coordinador executivo del BNG, Francisco Jorquera; en una breve comparecencia conjunta al finalizar la sexta reunión de las comisiones negociadoras.

Tras algo más de tres horas de encuentro, rechazaron avanzar los términos que se aplicarán en los casos que hasta esta jornada bloqueaban las conversaciones, principalmente A Coruña y Lugo.
Preguntados por si finalmente estos consistorios contarán con un bipartito después de que los regidores socialistas perdiesen la mayoría absoluta, Varela admitió que la coalición es la "fórmula más estable, potente y eficaz de gobernación" y, por ello, avanzó que la intención de ambas formaciones es "promoverlas". "Pero esperemos, cuando tengamos la información pormenorizada", zanjó.

Por su parte, Jorquera precisó que "el acuerdo lo que hace es impulsar la creación de gobiernos de coalición en una serie de ayuntamientos y asegurar, en cualquier caso, la gobernabilidad en el resto". En consecuencia, el dirigente nacionalista sugirió la posibilidad de casos particulares en función de cada ayuntamiento, puesto que "la concreción y el desarrollo de todo esto queda pendiente de las negociaciones locales". "Estamos hablando de un acuerdo marco, de un marco de referencia, luego todo eso hay que concretarlo en el ámbito de las negociaciones locales en las que entraremos una vez que tengamos el acuerdo marco", explicó Jorquera.

De igual modo, la definición del modelo para las diputaciones de Lugo y A Coruña también deberá esperar a nuevos encuentros de las comisiones negociadoras a partir del lunes, cuando PSdeG y BNG retomarán los trabajos para "profundizar en criterios programáticos comunes y en fórmulas de gobierno" en los entes provinciales que, según Jorquera, "serán objeto de trabajo para la próxima semana".

Asimismo, el documento que prevén firmar encontrará su concreción definitiva, cuando socialistas y nacionalistas "pasarán a texto lo acordado para ir dándole forma" y recoger "clara y exhaustivamente" los términos pactados en la jornada de hoy, como la consideración que finalmente obtendrá la demanda del BNG de otorgar a los tenientes de alcalde funciones ejecutivas y presupuestarias. En este sentido, el número dos del PSdeG precisó que "está aún pendiente intercambio de documentación" sobre las apuestas programáticas de cada uno de los partidos, por el momento "no está en los texto, sino en la filosofía que ambos compartimos". "En nuestros programas hay puntos en común y los buscamos porque sabíamos que teníamos que garantizar esa gobernabilidad" en los ayuntamientos que se saldaron sin mayorías absolutas, declaró. En consecuencia, destacó el "esfuerzo muy considerable" realizado por ambas fuerzas para llegar a un acuerdo "demandado por los ciudadanos, que mandataron a PSdeG y BNG que constituyeran mayorías de coalición de gobierno que permitieran un cambio en Galicia también en lo municipal".

Al respecto, Jorquera compartió que los contactos iniciados el jueves de la pasada semana "fueron unas negociaciones trabajosas" y valoró que las comisiones "hicieron bien sus deberes, con sentido de la responsabilidad y actitud razonable y constructiva para ir superando las zonas de diferencia". "Realizamos un trabajo ímprobo para superar los aspectos en los que manteníamos diferencias", declaró, en alusión a los distintos puntos de vista en los "aspectos programáticos" y en el "establecimiento de una fórmula de gobierno de coalición que las dos fórmulas considerasen aceptable".

Tras un parón de tres días, socialistas y nacionalistas retomaron las conversaciones, pero aún ayer constataron las diferencias sobre todo respecto a la pretensión del BNG de extender el modelo de tenientes de alcalde a las grandes ciudades y de cerrar unas bases programáticas detalladas, mientras que los socialistas apostaban por que éstas fuesen más genéricas. Estas discrepancias provocaron la reacción del BNG, que acusó a los socialistas de trasladar sus "problemas internos" en A Coruña y Lugo a la mesa negociadora, ya que según los nacionalistas, el PSdeG estaba dispuesto a pactar en todos las ciudades menos en estas dos y en la Diputación de Lugo.

En cuanto a las bases programáticas, los nacionalistas criticaron que el PSdeG "no presentó nada" y "sólo se limitó a discutir o rechazar" los puntos que ellos planteaban, entre ellos su apuesta por limitar las competencias de las diputaciones en favor de las áreas metropolitanas y los ayuntamientos. No obstante, el Bloque también detectó diferencias en urbanismo, área en la que proponía que los ayuntamientos con pactos de coalición eviten sacar a subasta los terrenos de propiedad municipal o para que se reserve el 40% del suelo para vivienda protegida. Los nacionalistas también abogaron por dedicar el 30% de los presupuestos municipales a crear empleo y sumar a los ayuntamientos con gobiernos de coalición al Consorcio Galego de Servicios Socias que promueve la Vicepresidencia.

La consecución del pacto en el ámbito autonómico abre la puerta a que se retomen las negociaciones en cada ayuntamiento, que en el caso de las ciudades gallegas había quedado paralizado a la espera del marco global. No obstante, la aplicación municipal del acuerdo podría encontrarse con problemas en municipios como Foz, Vimianzo, O Carballiño, Corcubión o Porto do Son, mientras que en Mugardos los socialistas ya anunciaron que no votarán al candidato del Bloque.

Los gobiernos de A Coruña y Lugo, donde los socialistas perdieron sus mayorías absolutas, fueron los que complicaron más el pacto porque los nacionalistas reclamaban también aquí tenientes de alcalde con amplios poderes, pero el PSdeG apostaba por que en estas ciudades la configuración de los gobiernos quedase a expensas de las negociaciones locales. El aspirante a revalidar el bastón de mando en Lugo, Xosé Clemente López Orozco, llegó a advertir que prefería abandonar las filas socialistas antes que un gobierno bicéfalo en esta ciudad, en la que el PSdeG cuenta con 12 concejales y el BNG con cuatro, mientras que los socialistas de A Coruña reivindicaron su autonomía para decidir si optan por un gobierno en minoría en lugar de una coalición con el BNG.

El pacto de gobernabilidad alcanzado por PSdeG y BNG para extender gobiernos de coalición a más de 70 ayuntamientos gallegos se aplicará, también, a las ciudades de Lugo y A Coruña, que contarán con un alcalde y un teniente de alcalde de cada una de las fuerzas, según informaron fuentes del BNG a Europa Press. Asimismo, ambas formaciones acordaron impulsar un nuevo modelo territorial que primará las comarcas, las regiones y las áreas metropolitanas, pero sin suprimir las diputaciones. De esta forma, las grandes ciudades gallegas, a excepción de Ferrol -en la que gobernará PSdeG y EU-IU-, tendrán un gobierno de coalición de PSdeG y BNG. El pacto alcanzado subraya que en Vigo, A Coruña, Ourense, Santiago y Lugo habrá un alcalde socialista y un teniente de alcalde nacionalista, mientras que en Pontevedra el regidor será del BNG y el teniente de alcalde, del PSdeG. Además, en todas estas urbes se procederá a un reparto "equitativo" de las áreas de gobierno en función de los resultados electorales. Así, por ejemplo, en Pontevedra los nacionalistas podrían tener siete concejalías y los socialistas, seis.

No obstante, y según apuntaron las fuentes nacionalistas consultadas, la composición de los ejecutivos locales será decidida y discutida por las agrupaciones municipales de ambos partidos. Y es en este punto donde podrían darse "algunos matices" con respecto al pacto marco alcanzado hoy en Santiago. En todo caso, estos "matices" tendrían que ser aceptados por las dos grupos. "Si una de las formaciones no está de acuerdo con los cambios al pacto original propuesto por el otro, entonces, no se producirán y primará el acuerdo marco", aclararon los nacionalistas. Se referían, especialmente, a los casos de Lugo y A Coruña, donde los socialistas perdieron su mayoría absoluta y donde se complicaron las negociaciones.

Además, socialistas y nacionalistas alcanzaron hoy un acuerdo programático sobre el modelo territorial, urbanismo, servicios sociales o lengua. Así, y según lo acordado, los gobiernos de coalición deberán cooperar en materia de servicios sociales con la Xunta, impulsarán el gallego de forma habitual y se "garantiza el derecho de todos los ciudadanos a ser atendido en este idioma" y se reservará el 30% del suelo para viviendas de promoción pública en los ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes y el 40% en los de más de 40.000. Asimismo, PSdeG y BNG acordaron impulsar un nuevo modelo territorial basado en las comarcas, las regiones y las áreas metropolitanas, pero sin suprimir las diputaciones. Por ello, la dirección del BNG subrayó que este es un "buen acuerdo" porque hay "compromisos concretos" y porque se opta por la fórmula de las coaliciones en todas las grandes urbes gallegas. "Esto significa que se extiende el modelo del bipartito a los ayuntamientos gallegos", concluyeron.
R.