El PSOE rechaza el embargo del Pazo de Meirás y limita la expropiación a un permiso de la familia Franco para su apertura al público

El PSOE ha evitado verse asociado al PP en el rechazo a las expropiaciones de los bienes de la familia Franco y limita su compromiso en ese sentido a colaborar con la Xunta de Galicia para que el Pazo de Meirás sea declarado bien de interés cultural, ya que considera que la expropiación conduce a «un proceso de límites imprecisos y consecuencias inciertas». Los socialistas lograron que IU-Iniciativa per Catalunya renunciara a una ambiciosa proposición no de ley que perseguía el embargo de todas las propiedades de los descendientes del dictador a cambio de que la residencia gallega del ex jefe del Estado pueda ser visitada por los ciudadanos.

IU-Iniciativa per Catalunya presentó en el Congreso una propuesta para hacer un inventario de todas las propiedades recibidas por el dictador y traspasadas después a su familia a fin de que estos bienes fueran «recuperados» para el patrimonio nacional. Un legado, según el portavoz de IU-Iniciativa, valorado en torno a los 500 millones de euros. Al final, todo quedó en que la cámara aprobó, con el rechazo del PP, instar al Gobierno a que colabore con la Xunta de Galicia para «la declaración como bien cultural del Pazo de Meirás». Es decir, que la residencia veraniega de Franco en Galicia siga bajo la tutela de sus herederos, pero que unos días a la semana y durante determinadas horas pueda ser visitada por los ciudadanos. La declaración de bien cultural también permite que las autoridades autonómicas puedan tener acceso a la finca, catalogar sus bienes, y determinar si es necesario acometer trabajos de restauración o de otro tipo en la casa otrora propiedad de la escritora Emilia Pardo Bazán, y que durante la guerra civil fue regalada al general con aportaciones forzosas de funcionarios y vecinos.

El debate se llenó de palabras grandilocuentes y epítetos más o menos emotivos, pero a la hora de votar primó el pragmatismo. El portavoz socialista, José Andrés Torres-Mora, rechazó los dos primeros puntos de la proposición, referidos al inventario y las actuaciones para «recuperar» el patrimonio de los Franco, y abrió la puerta a que las expropiaciones se incluyan en la ley de memoria histórica que el PSOE negocia con IU, CiU y PNV. Ése es «el lugar de acuerdo» para estos asuntos, precisó el diputado gubernamental. Unas expropiaciones como las propuestas, agregó, conducen a «un proceso de límites imprecisos y consecuencias inciertas». Y en el terreno político, prosiguió, alimentan «el discurso del PP» y «los titulares» de los medios de comunicación conservadores que sostienen que el PSOE se ocupa de «los problemas que no interesan a la gente».

Un rechazo compartido por el PP, cuyo portavoz, Jorge Fernández Díaz, apuntó que «las leyes personales», como en su opinión era la iniciativa de IU, son propias de «regímenes nazis». El diputado popular señaló además que la vía para resolver estos contenciosos son «los tribunales» y no una ley. En todo caso, remató en consonancia con el PSOE, el ámbito para esta discusión es la ley de memoria histórica.

El socialista Torres-Mora ofreció, no obstante, el respaldo al punto de tres de la iniciativa encaminado a secundar las iniciativas que adopte la Xunta de Galicia para que el Pazo de Meirás pase a ser «un patrimonio cultural al servicio y disfrute de los gallegos». El grupo proponente y también la totalidad de las fuerzas nacionalistas, que habían anunciado su apoyo a la iniciativa expropiadora, optaron por lo práctico y aceptaron la enmienda del PSOE.

Antes de votar, el portavoz de IU-Iniciativa, Joan Herrera, defendió que su proposición estaba colmada de «sentido común y exigencia democrática». El representante de Esquerra Republicana, Joan Tardá, tildó de «vergüenza» la concesión de títulos nobiliarios a la familia de Franco y exigió su derogación. El diputado del PNV Aitor Esteban consideró que la propuesta se quedaba «corta» y debería ir «más allá».