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Elecciones generales 9-M: la economía sigue centrando el argumentario de la campaña electoral a una semana de las votaciones

La campaña llega a su ecuador con la economía como eje de los discursos de los líderes gallegos. Feijóo reivindica la galleguidad de Rajoy, centro de los ataques de Touriño, mientras que Quintana busca romper la dinámica bipartidista.

A una semana de las votaciones, el PPdeG alude en numerosas ocasiones a que Rajoy y Núñez Feijóo han garantizado que si gana los comicios iniciará todas las infraestructuras del Plan Galicia en un plazo de un año, frente a lo que considera la actual paralización y la ralentización de las principales obras pendientes y, más concretamente, el "incumplimiento" del programa de inversiones aprobado por el Gobierno de Aznar a raíz de la catástrofe del Prestige. Los populares gallegos arremeten además en esta campaña contra la política económica del PSOE con el objetivo de transmitir a los electores la idea de que, frente a la situación de "crisis" que se respira en España, el PP "puede solucionarla". Al respecto, la rebaja fiscal y la subida de las pensiones son dos de las promesas que más ha subrayado Feijóo en lo que llevamos de campaña.

Por otro lado, minimizan el "papel decisivo" que el BNG reivindica para sí en estos comicios y, frente a ello, Feijóo resalta de forma frecuente que los nacionalistas "sólo" cuentan con dos diputados en las Cortes y que a partir del 9-M podrían perder uno de sus representantes. "Tiene más diputados gallegos el PP en el Congreso que el BNG en todo el Parlamento de Galicia", resaltó Feijóo en un mitin. El líder de la oposición en Galicia, que dedica las mañanas a presentar las ideas del PP por áreas temáticas y las tardes a lanzar un mensaje más político, también acusó a la actual Xunta de "romper el consenso lingüístico". Asimismo, tiene los "desencuentros" entre los socios del bipartito como referencia habitual de sus discursos, en los que llegó a calificar al presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, de "presidentiño".

Pérez Touriño apenas hizo mención a Núñez Feijóo a lo largo de esta primera parte de la campaña y centró sus críticas en el candidato popular a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, a quien se refirió en todos los mítines. Así, además de poner en duda su galleguidad, dijo que es poco currante, le recordó que formaba parte del Gobierno de José María Aznar durante el 'Prestige' y la guerra de Irak y desacreditó sus propuestas sobre inmigración y economía. Su única pulla al jefe de la oposición en Galicia fue al respecto de una visita de éste a una explotación láctea, que Touriño interpretó como el descubrimiento de la vaca por parte "del birrete. Más burlas han recibido del dirigente socialista el número dos del PP por Madrid, Manuel Pizarro, ya que habló del "Pizarrín" en todas sus intervenciones tras el debate con Pedro Solbes, o los inquilinos "frikis" del "cuarto oscuro" de Génova: "Aznar, Acebes y Zaplana".

Al igual que en el caso del PP, la economía acapara buena parte de los mítines del PSOE, aunque en este caso los socialistas destacan que la "desaceleración" actual no empaña la buena situación económica de España. En ese sentido, Touriño resalta siempre la bajada del paro y tira de índices económicos, para a continuación enumerar las políticas sociales del Gobierno, de la Ley de Igualdad a la de Dependencia, pasando por las subidas de pensiones y del salario mínimo. Otra de las ideas en las que incide a menudo el secretario xeral del PSdeG es en la necesidad de movilización el próximo 9 de marzo, porque "quedarse en casa es votar a Mariano Rajoy". Así, casi siempre reclama "votar masivamente" para ganar al PP por goleada. Ni una sola referencia expresa al BNG, salvo la apelación en el primer día de campaña al "voto útil" y a que la ciudadanía progresista y galleguista contribuya a mantener a Zapatero de presidente.

El secretario general de los socialistas gallegos, que ha prometido no realizar inauguraciones ni colocar primeras piedras en campaña, sí que tira de las infraestructuras que lleva a cabo la Xunta para ganarse al público de los lugares a donde va. Así, citó en Burela y Vilagarcía avances de obras publicados en el Diario Oficial de Galicia, mientras que en Ribeira se comprometió a que la Autovía de O Barbanza estará operativa en enero de 2009 como muy tarde.

Tampoco Quintana ha hecho referencia a su socio de Gobierno y su discurso durante esta primera parte de la campaña se basa en que Galicia debe tener capacidad para determinar la política del Estado. Así, aduce que sólo a través del Bloque se puede materializar esta influencia porque, a su juicio, es la única fuerza que mantiene las mismas posiciones en la comunidad que en Madrid. A partir de esta premisa articula todas las propuestas nacionalistas, con la puntualización final de que sólo se llevarán a la práctica si los diputados y senadores del Bloque son necesarios para completar mayorías en las Cortes. A menudo se refiere a las cuestiones que pondrá encima de la mesa de negociación el 10 de marzo, entre las que está dando especial relevancia a las que afectan a la economía, como el levantamiento del "veto" del Gobierno central a la construcción naval civil en Ferrol. Además, se esfuerza en romper la dinámica bipartidista y presidencialista e intenta convencer a los electores de que en estas elecciones no se decide si José Luis Rodríguez Zapatero o Mariano Rajoy gobiernan, sino el peso que tendrá la comunidad.

De esta forma, aunque responsabiliza tanto al PSOE como el PP de discriminar a Galicia cuando gobiernan en Madrid, dirige la mayor parte de sus ataques a los 'populares'. De hecho, utiliza el ejemplo de la petición de cese de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, con el doble objetivo de proclamar al BNG en "especialista en frenar" al partido de Rajoy y de demostrar los frutos de que tenga "capacidad de decisión". Las escasas ocasiones en que tercia en polémicas estatales lo hace para censurar al líder del PP, Mariano Rajoy, al que acusa de "faltar al respeto" a la comunidad para ganar votos en otras partes del territorio español, con propuestas como la de garantizar la enseñanza del castellano. Además, en varios actos se valió de la política internacional para trazar un paralelismo entre el aspirante demócrata a la Casa Blanca Barack Obama con la formación frentista.

En clave nacionalista, pero con un enfoque más ideológico, casi en todas sus intervenciones Quintana apela a la "autoestima" de los gallegos para hacerse valer en el Estado. En esta línea, recurre al movimiento social surgido tras la catástrofe del 'Prestige' como germen de ese espíritu de "dignidad y orgullo" de ser de Galicia, y pide que se reproduzca el 9 de marzo.
el portavoz nacionalista aprovecha cada intervención para poner de manifiesto la importancia de un BNG fuerte en Madrid, el secretario xeral del PSdeG no deja pasar un mitin sin criticar duramente al candidato popular a La Moncloa, Mariano Rajoy, mientras que el presidente del PPdeG lo defiende y reivindica una y otra vez la condición de gallego de su líder nacional. "Cualquier gallego con cabeza y con buen corazón querría que otro gallego fuera presidente de España", repite Núñez Feijóo en la mayoría de sus mítines. En ese sentido, los populares gallegos creen que el propio Rajoy probó su galleguidad durante el debate que mantuvo el pasado lunes con el candidato socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Touriño, sin embargo, lo puso en duda al asegurar que "ejercer de gallego es el auténtico mérito preferente, que no tiene Rajoy".
R.