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Técnicos de la Xunta de Galicia inspeccionan el Pazo de Meirás. Fotografías y documentos permitirán evaluar su declaración BIC

La inspección del Pazo de Meirás, en el municipio coruñés de Sada, a cargo de tres técnicos de la Consellería de Cultura. Una arquitecto, un historiador y un arqueólogo accedieron en un vehículo a la finca donde se ubica el inmueble propiedad de la familia Franco con el objetivo de realizar una inspección y un inventario de bienes que permita la posterior elaboración de un informe detallado sobre el estado de conservación y fueron recibidos por el abogado de la familia Franco. El equipo encargado de la inspección fue el mismo que hace unos siete meses no pudo entrar a realizar su trabajo.

Esta visita, autorizada hace aproximadamente un mes por un auto del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), persigue evaluar el estado del inmueble con el objetivo de comprobar su grado de conservación y, posteriormente, decidir sobre su posible declaración como Bien de Interés Cultural (BIC).

Desde finales de agosto de 2007 el Pazo de Meirás, rodeado por diez hectáreas de jardines, es el centro de una polémica porque el Ayuntamiento de Sada y la Xunta promueven su declaración como BIC, una figura jurídica que, entre otras cuestiones, obligaría a la familia a abrir el pazo al público para permitir visitas gratuitas al menos cuatro días cada mes. Por su parte, la familia impidió entonces la inspección a cargo de los técnicos de Cultura, lo que originó una batalla legal que el pasado 12 de marzo se cerró con la segunda resolución del TSXG favorable a la Administración gallega, en la que se instaba a la familia Franco a acordar una fecha para permitir la comprobación del estado del inmueble, aunque debía hacerse "sin publicidad" y con respeto a la intimidad de los propietarios.

Precisamente, la conselleira de Cultura, Ánxela Bugallo, en declaraciones a la Radio Galega, recogidas por Europa Press, expuso que la inspección de un inmueble como el Pazo de Meirás, que está inventariado y tiene "valor simbólico" por haber sido la casa de la escritora Emilia Pardo Bazán, debe ser "un procedimiento administrativo normal". Admitió que en este caso la inspección tuvo que hacerse con una autorización vía judicial a raíz del "obstruccionismo" que mantuvieron los propietarios, en alusión a la familia Franco. "La ley es clara y era nuestra obligación, ya sabíamos que se iba a realizar -la inspección-", aseveró Bugallo.

La Consellería de Cultura decidirá "en pocos meses" si declara como Bien de Interés Cultural (BIC) al Pazo de Meirás, ubicado en Sada (A Coruña) y propiedad de la familia Franco, a partir de la inspección realizada por los técnicos de Patrimonio Cultural, que efectuaron un reportaje fotográfico, y del estudio de la documentación, principalmente de tipo histórico, recopilada en los últimos meses.

Autorizados por una orden judicial, a raíz de una resolución del Tribunal de Xustiza de Galicia (TSXG) dictada hace un mes, técnicos de Cultura hicieron una doble inspección para recopilar información sobre la arquitectura interior del edificio, los bienes susceptibles de ser considerados patrimonio cultural y el estado de conservación de todo el conjunto.

Todos los datos de esta doble inspección, que incluye el reportaje fotográfico, serán analizados por el personal técnico de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural y se añadirá a la restante documentación que en los últimos meses la Consellería de Cultura estuvo recopilando en relación a la historia y al valor del inmueble. Una vez que se analice toda la documentación, la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural evaluará si el Pazo de Meirás reúne las condiciones suficientes para ser declarado BIC y, según confirmaron a Europa Press fuentes de Cultura, "en pocos meses se tomará una decisión". En caso positivo, se presentaría un proyecto de declaración que incluiría, además de una exposición de motivos, el nivel de protección para el edificio y su entorno y se procedería a su incoación -que tiene un plazo máximo de resolución de 20 meses a partir de ese momento-.

Según la Consellería de Cultura, la declaración como BIC del Pazo de Meirás implicaría que el edificio, propiedad de la familia Franco, tendría que estar abierto al público cuatro días al mes y que cualquier intervención sobre él precisaría de la autorización de Patrimonio Cultural. Por tratarse de la máxima figura de protección patrimonial, a partir de su declaración como BIC la propiedad está "obligada" al cuidado y preservación del edificio.

La legislación vigente, en concreto, la Lei de Patrimonio Cultural de Galicia de 1995, establece la posibilidad de que el Pazo de Meirás pueda ser expropiado forzosamente una vez que cuente con la declaración de BIC por parte de la Xunta de Galicia y siempre que los propietarios incumplan las obligaciones de protección y conservación general. No obstante, según la información consultada por Europa Press, el desposeimiento de la propiedad debe ser "una decisión" tomada por la Administración autonómica como medida "extrema", en concepto de "sanción" a los propietarios por "grave incumplimiento" de sus obligaciones legales y se debe alegar "interés general". En cualquier caso, el mecanismo de expropiación "ampara" también a los propietarios, que deben ser "compensados" por la "sustracción legal" de su bien con una indemnización económica o con la permuta por otro.

El Pazo de Meirás, inmueble inventariado como patrimonio histórico conforme a la normativa gallega en la materia, es una reconstrucción de una casa quemada en 1809 por los franceses en la Guerra de Independencia. A pesar de su aspecto medieval la actual edificación es de finales del siglo XIX, la primera piedra se colocó en 1903, y perteneció a la escritora Emilia Pardo Bazán y su familia. El emblemático edificio fue comprado a los herederos de Pardo Bazán por autoridades coruñesas, encabezadas por Pedro Barrié de la Maza y Alfonso Molina para regalárselo al dictador y entonces jefe de Estado, Francisco Franco, que lo aceptó en diciembre de 1938 y lo convirtió en su lugar de veraneo y el de su familia. En la actualidad la única hija del dictador, Carmen Franco Polo, mantiene su costumbre de veranear en las Torres de Meirás, un espacio poco utilizado para otros fines a lo largo de estos años, con excepciones como el acto en el que Luis Alfonso de Borbón, bisnieto de Franco e hijo de Carmen Martínez-Bordiú y Alfonso de Borbón, pidió la mano de la venezolana María Margarita Vargas-Santaelle en julio de 2004.
R.