Dimite Pérez Touriño y el PSdeG constituirá una gestora hasta el congreso extraordinario. Quintana no se va pero somete su continuidad al BNG

A su juicio, en el PSdeG "debe abrirse una nueva etapa" con "nuevos liderazgos" tras haber culminado una trayectoria "de crecimiento" de la que aseguró sentirse "especialmente orgulloso". "Hace apenas 10 años, el partido tenía 13 diputados y ahora tiene 24 o 25 --falta el recuento del voto emigrante-- y gobierna en la mayor parte de ayuntamientos y ciudades de Galicia", expuso, y aseguró que "tampoco se trata de ningún descalabro". El presidente de la Xunta en funciones presentó su renuncia ante la Executiva Nacional Galega y, posteriormente, compareció en rueda de prensa para explicar los motivos de su dimisión y analizar la derrota electoral.
Por otra parte, Touriño apostó por "analizar con detalle" las causas que han llevado a que el PPdeG lograse la mayoría absoluta con 39 escaños, un resultado que definió como "claro y contundente", y dio por "seguro" que esta victoria "guarda relación con la situación económica". También entendió que el resultado electoral está vinculado con "una percepción del Gobierno bipartito y de su funcionamiento" que "creó desencanto" en el electorado socialista y en el del BNG. "No fui capaz de transmitir una sensación de gobierno confiable en un contexto de crisis y de no dar una imagen de bigobierno", achacó.
Del mismo modo, aludió a otros "errores de gestión y de enfoque" relacionados con su "responsabilidad directa" y a la "campaña más sucia de la historia perfectamente preparada por el PP" que "relaciona la situación de paro con una acusación demagógica e irresponsable, dura e inaceptable de despilfarro". "Yo asumo mi responsabilidad por no haber respondido en condiciones, porque no fui capaz de percibir el daño que hacía esa mentira", expuso. Preguntado sobre la pérdida de votos en las ciudades, insistió en que se debe abrir un período de "análisis" para "buscar las causas" de la "falta de apoyo" a su partido, tanto en las áreas urbanas como en el resto de la Comunidad, pero consideró que es tarea "del partido". "Los resultados no estuvieron a la altura y tengo que reconocer que no los preveía", admitió Touriño.
Por otra parte, sobre la conveniencia de haber adelantado las elecciones, Touriño se describió como una persona "pertinaz" y consideró que esa forma de ser fue la que "condujo al PSdeG a superar su anemia y a gobernar Galicia". Según explicó, los motivos que le llevaron a no adelantar los comicios fueron la necesidad de aprobar los presupuestos de la Comunidad gallega "en plena efervescencia de la crisis". "Hacía falta un presidente que diera la cara y no que convocara un proceso electoral", entendió. "Fue mi decisión y la asumo", zanjó el socialista, y subrayó que su renuncia es "irrevocable". No obstante, no aclaró si renunciará a su escaño como diputado, puesto que, según apuntó, no es una de sus "preocupaciones" en el actual momento. También aseguró haber hablado con el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, quien le expresó "su apoyo, solidaridad y ánimo". "Yo le transmití mi pesar por no poder culminar el proyecto con el éxito que me hubiera gustado", relató, y aseguró que no le comunicó su decisión porque los primeros en saberlo debían ser sus compañeros de partido en Galicia.
El PSdeG constituirá una comisión gestora para dirigir el partido tras la dimisión de Emilio Pérez Touriño como secretario general a raíz de los resultados de las elecciones autonómicas, en las que el PP recuperó la mayoría absoluta con 39 escaños. La intención de los socialistas gallegos es agilizar al máximo los plazos para la convocatoria de un congreso extraordinario que decida un nuevo liderazgo. Según informaron a Europa Press fuentes del PSdeG, los miembros de la gestora de Galicia deben ser designados por el órgano superior, en este caso la Ejecutiva Federal del PSOE. Los Estatutos del PSdeG aprobados en el XI Congreso del PSdeG, celebrado el pasado mes de junio, señalan que cuando se produzca la vacante del secretario xeral del partido, es obligatoria la convocatoria de un congreso extraordinario. Tras la designación de la gestora, que se encargará de la preparación del congreso, se celebrarán reuniones extraordinarias de las agrupaciones municipales para elegir a los entre 400 y 600 delegados que participarán en el cónclave. El plazo mínimo para la convocatoria del congreso es de 60 días de antelación, pero los estatutos del partido señalan que cuando se trata de un cónclave extraordinario, no es necesario respetar este periodo.
Por el momento, aseguraron las fuentes consultadas, aún no está decidido ni quién presidirá la gestora ni quiénes serán sus miembros, aunque la intención es "agilizar lo máximo posible" los plazos para afrontar la siguiente convocatoria electoral, las europeas del mes de junio, "con garantías". Mientras tanto, las máximas responsabilidades en la dirección del partido recaen en el vicesecretario general del PSdeG, Ricardo Varela, y la secretaria de Organización, Mar Barcón. Pese a que la dimisión de Touriño se produjo a menos de 24 horas de celebrarse las elecciones autonómicas, fuentes del PSdeG se mostraron confiadas en que "todo está perfectamente reglamentado", de forma que la crisis pueda cerrarse "en el plazo más breve posible". "En uno o dos meses podríamos estar celebrando el congreso", aseguraron. "Veo al partido en tensión creativa, preparado para un nuevo impulso al cambio", enfatizó hoy Touriño, que insistió en la fuerza y la cohesión de su partido. Así, en un aviso a navegantes, elogió el haber sido capaces de "superar los viejos personalismos", establecer complicidades con la ciudadanía y asumir nuevas cuotas de responsabilidad, todo ello "articulado alrededor de un liderazgo firme", que él ejerció desde 1998.
Aunque los socialistas se temían un resultado "muy ajustado" en las octavas elecciones autonómicas de Galicia, los miembros de la Executiva Nacional Galega consultados reconocieron que los pilló "por sorpresa" los resultados de ayer, en los que el PP arrebató un escaño al PSdeG por Pontevedra y otro al BNG por A Coruña, de forma que se situó un diputado por encima del listón de la mayoría absoluta. Por ello, vinculan la dimisión de Touriño a que "no le quedaba más remedio" después de que el PSdeG no fuese capaz de rentabilizar en las urnas cuatro años de Gobierno bipartito con el Bloque. Pero precisamente la coalición con los nacionalistas es uno de los factores que dirigentes socialistas barajan como causa de la bajada del PSOE, que ayer perdió casi 27.600 sufragios en las cuatro circunscripciones gallegas si se compara con los resultados de 2005 excluyendo el voto emigrante. "El BNG fue un lastre para nosotros", reconocieron fuentes de la Ejecutiva socialista, que reprobaron el comportamiento de su socio de Gobierno de "dar la imagen de que iban por libre y había dos gobiernos". "No se puede dar la imagen de que se gobierna a cualquier precio", aseveró otro dirigente preguntado, que añadió: "no se supo explicar lo hecho" durante cuatro años y "se dejó pasar la campaña sucia del PPdeG, a veces incluso sin rebatir falacias". Durante la pasada campaña electoral, la tensión se dejó sentir en la sede de los socialistas en Santiago de Compostela entre el equipo que José Blanco había desplazado desde Ferraz y los asesores más próximos a Touriño por el enfoque de la estrategia electoral, según reconocieron fuentes socialistas.
No obstante, el agravamiento de la crisis económica es otro de los factores que los socialistas sitúan como causa del castigo en las urnas, máxime en las zonas urbanas en las cuales "la sensación es más aguda" y el PP experimentó notables avances electorales.
Indicaron que a Touriño le pasó factura interna su decisión del verano pasado de no adelantar las elecciones como le pedía el PSOE nacional ante la llegada de la crisis económica. El aún presidente de la Xunta en funciones rechazó el pasado mes de agosto un adelanto electoral recomendado desde el PSOE nacional y directamente por el vicesecretario general del partido, José Blanco. Las encuestas ante unas elecciones para el pasado otoño eran "mucho más favorables" para el PSdeG en Galicia y reflejaban "una valoración mayor de Touriño". No obstante, Touriño, que asumió la Secretaría Xeral del PSdeG en 1998, rechazó el adelanto alegando su "compromiso con los gallegos" y rechazó emplear los tiempos con fines "partidistas". Dentro del PSdeG hay quien reprocha ese "error" a Touriño y quien advierte de que ahora "ya no vale la pena lamentarse por una decisión que sólo correspondía al presidente de la Xunta". "Nunca sabremos si de esa forma hubiésemos ganado las elecciones", señalan quienes defienden que es "un arma de doble filo" arrepentirse de aquella decisión.
Sobre los motivos de su derrota, el propio Touriño reconoció que la situación económica "seguro" que está vinculada, así como "la a percepción del bipartito y de su funcionamiento", que han llevado al "desenganche del electorado". Asimismo, admitió "errores" de gestión en el bipartito que presidió desde agosto de 2005.
La salida de Touriño al asumir personalmente la derrota del bipartito en la jornada electoral de ayer abre de inmediato el melón de la sucesión en el PSdeG, una decisión para la cual algunos socialistas quieren ver "mucha gente", pero otros reconocen que "aún no hay un recambio claro". Hay desde quienes barajan un desembarco gallego de José Blanco, aunque reconocen que "es difícil por los tiempos", hasta los que ya hacen circular nombres como el de su homólogo en Galicia, Ricardo Varela; la secretaria de Organización, Mar Barcón; el secretario provincial en Ourense y conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, o los que abogan por practicar "el relevo general pospuesto".
Tras 11 años al frente de los socialistas gallegos, Touriño fue la primera víctima política de la nueva mayoría absoluta del PP y seguramente de la crisis económica, pero los resultados de ayer también abren un panorama incierto en el BNG, que perdió un escaño por A Coruña después del fuerte retroceso que había registrado en las autonómicas de 2005, cuando ya había perdido cuatro diputados respecto a los 17 con los que contaba en 2001.
Quintana someterá su continuidad a "reflexión" del Consello Nacional del BNG, que "reorientará objetivos"
El portavoz nacional del BNG, Anxo Quintana, comunicó que su continuidad al frente de la formación nacionalista será sometida a la "reflexión" del Consello Nacional -máximo órgano de decisión- y a las asambleas comarcales, que iniciarán un proceso para "reorientar los objetivos". En rueda de prensa, arropado por la mayor parte de la Executiva, explicó que "los tiempos políticos los va a marcar el BNG, como es lógico", indicó y añadió que "en breve" se convocará un Consello Nacional para continuar la evaluación de los resultados electorales e "ir concretando las personas" que llevarán a cabo los nuevos objetivos. "Yo como portavoz estoy sujeto a reflexión, como no podría ser de otra manera", aseguró. "Siempre entendí mi participación en la política como una aportación personal, y en este momento el BNG tiene que marcarse sus objetivos, y tiene que decidir -en su momento- quién puede y quién debe hacer las cosas en cada ámbito de participación del BNG".
Anxo Quintana expuso que la formación nacionalista "acata" la decisión del pueblo, aunque aseveró que el BNG "tenía ilusión" por poder continuar su proyecto. A este respecto, analizó que "no se supo transmitir" a la sociedad que se asociase la "mejora del bienestar" con el BNG y consideró que el PPdeG "tiene una estructura social y política" que le benefició. Además, observó que la crisis "favoreció" el resultado de los 'populares' y a su propuesta de cambio, que para los nacionalistas "no es la más apropiada", frente a la "serena y de proyecto de futuro" que proponía el BNG. "Podemos considerar que es injusto desde nuestra perspectiva, pero en cualquier caso es el resultado democrático", apostilló el dirigente nacionalista.
El dirigente nacionalista comprometió que el BNG "estará al servicio de la sociedad gallega" y que a lo que "más tiempo dedicará la Executiva no es a la sociedad, sino estar al lado de la gente". "Es el momento de seguir", aseguró. "Que nadie espere un BNG ensimismado en sí mismo, que se espere un BNG actuante", proclamó. "Hoy como ayer es el momento para estar con la gente", continuó.
Quintana aseveró durante su intervención que en el seno de la formación nacionalista hay "decepción", pero que reina la "normalidad" y "tranquilidad", tras lo que ratificó el "compromiso" de los nacionalistas por continuar el proyecto. El máximo dirigente del Bloque eludió "hacer valoraciones de las valoraciones" de los socialistas, en relación a la opinión del PSdeG de que su bajada en votos se debió a su coalición con los nacionalistas en el Gobierno de la Xunta.
Sobre si pesó sobre el BNG la campaña del PPdeG, Quintana afirmó que siempre se trató de "responder contundentemente pero educadamente" a las "cuestiones vertidas" por los 'populares'. "Cada uno utiliza las armas que considera más oportunas", se refirió al PPdeG. En todo caso, el nacionalista zanjó que la campaña "ya terminó" y que ahora es el "momento de mirar hacia adelante", porque es lo que "toca".
R.