La marea roja obliga a cerrar tres polígonos de bateas de mejillones y ostras en Galicia

La combinación de los factores meteorológicos y oceánicos de esas estaciones favorecen la presencia de nutrientes y crean unas condiciones propicias para la aparición de diversas especies de fitoplancton. Entre ellas, el grupo de los dinoflagelados, Dinophysis acuta y Dinophysis caudata, muy activas en la síntesis de toxinas de las que, en el caso de las mareas rojas, las de efectos más evidentes son las diarreicas. "Son especies que no están de forma permanente en el agua", explicó Romarís para precisar que su detección es habitual a lo largo de todo el año, si bien se produce un repunte en primavera y verano. El Intecmar, que efectúa análisis periódicos en todas las rías de la comunidad, advirtió una "ligera presencia" estas toxinas la semana pasada y, después de las pruebas efectuadas ayer, procedió al cierre de los polígonos.
Romarís consideró que "lo más probable" es que la marea roja derivada de las elevadas concentraciones de toxina afecten a nuevos polígonos en los próximos días. Y pese a que este fenómeno, reiterado todos los años en el litoral gallego, no impide que las personas se bañen en el mar o se realicen otras actividades, sí afecta especialmente al mejillón, que actúa como un filtro y acumula la toxina que aporta el fitoplancton. "Si hay una alteración meteorológica se podrían modificar los factores que la producen", afirmó el director del Intecmar en referencia a las previsiones que apuntan la llegada de una borrasca en los próximos días.
No obstante, la toxina no desaparecería de forma instantánea o inmediata y el periodo que tardaría el mejillón hoy afectado en quedar libre de esa sustancia tóxica dependería de la cantidad acumulada. Asimismo, las nuevas condiciones meteorológicas deberían mantenerse un determinado tiempo para reducir esa proliferación de fitoplancton. En todo caso, Romarís recordó que la comunidad gallega no ha registrado un solo año sin que se produjese un caso de marea roja.
R.