Un estudio de la UDC asegura que el riesgo de padecer cáncer entre los voluntariios del Prestige desapareció hace siete años

Entre ellos, se diferenció entre los que recogían el fuel en las playas y los que se encargaban de la limpieza de las rocas con máquinas de hidropresión "y que estuvieron expuestos varios meses", aclara la directora del estudio. A todos, se les hizo una prueba de daño genético, que constató un "aumento" de ese daño, menor y "fácilmente reparable" en los que participaron menos tiempo.
Tras este estudio y a raíz de la publicación de otro trabajo del Servicio de Neumología del Complexo Hospitalario Universitario A Coruña (Chuac) demostrando un daño similar dos años después de la exposición, el equipo de la UDC se planteó recoger nuevas muestras para hacer el seguimiento de las personas que habían participado en su primer trabajo. Si en el primero fueron un total de 180 personas las que colaboraron en la recogida de muestras, en la segunda fase "debido a que establecer el contacto fue más difícil", explica Blanca Laffon, fueron objeto de este análisis un total de 55 personas. Para ello, el equipo de la UDC contactó con Cofradías de Muxía, Fisterra o Lira, entre otras.
La conclusión que se obtuvo fue que esas personas "ya no tenían un incremento de daño genético en sus células siete años después", ha señalado la directora del estudio, que se comenzó en el año 2010 con la recogida de muestras. El trabajo finalizó en 2011 y ahora se está ultimando su publicación. Sobre las pruebas que se les hicieron, Blanca Laffon aclara que indican el aumento del riesgo de padecer determinadas patologías como el cáncer, pero que esas personas "no necesariamente tienen que desarrollar cáncer, sino que su riesgo es mayor".
Sobre la conclusión del trabajo, indica también que "a los siete años" de haber estado en contacto con el fuel estas personas "tenían el mismo riesgo de padecer cáncer que otras que no lo estuvieron", en relación a la ausencia de daño genético.
R.