Crisis económica: los sindicatos se temen lo peor para los trabajadores tras la presentación del concurso voluntario de acreedores por Pescanova

Pescanova SA y sus filiales integran el primer grupo pesquero a nivel europeo y se encuentran entre los diez mayores grupos del sector a nivel mundial. En relación a sus principales activos, destaca su flota de más de 90 barcos, el valor de sus licencias de pesca, y más de 50 instalaciones de acuicultura, entre otras. La multinacional pesquera tiene como fecha límite este lunes para presentar las cuentas del ejercicio 2012, acompañadas de una declaración de responsabilidad de los administradores, y concretar su deuda a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), previa firma del consejo de administración.
La firma gallega, según fuentes conocedoras de su situación económica, podría incurrir en pérdidas, con una deuda de 2.700 millones de euros, es decir, unos 1.200 millones de euros por encima de lo que figura en el pasivo auditado (1.522 millones de euros al cierre del tercer trimestre de 2012).
Sin embargo, las "tensiones de tesorería" y problemas de liquidez de Pescanova comienzan a tener consecuencias inmediatas en las contratas que realizan algún servicio para la multinacional pesquera gallega, y una de esas consecuencias es la retirada, desde hoy, de los 17 trabajadores que realizaban servicios de seguridad en la planta principal de la compañía, en Chapela-Redondela (Pontevedra).
Según han confirmado fuentes sindicales a Europa Press, desde las 6.00 horas de este lunes, la factoría de Chapela se ha quedado sin personal de seguridad. De hecho, la plantilla que realizaba estas labores, de la empresa Securitas, ha ido mermando "en las últimas semanas", hasta reducirse ahora a cinco auxiliares "que realizan labores de información o cogen el teléfono, pero no son empleados de seguridad". Según han señalado a Europa Press fuentes conocedoras de la situación de Pescanova, hay "problemas de pago" con otras empresas, como la firma Viveiros A Doa, que suministra plantas y hace mantenimiento de jardinería. Esas fuentes incluso han señalado que "hay retrasos" para abonar los servicios de la empresa de limpieza.
La banca española atrapada en Pescanova se había mostrado dispuesta a 'levantar' el concurso de acreedores de la compañía gallega "a un año vista", una vez se conozcan sus cuentas y su deuda y se haya designado un administrador concursal, mientras que la extranjera es "más escéptica y crítica" con la situación de la firma, en la que incluso ya no prevé inyectar más liquidez.
Los sindicatos se temen "lo peor para los trabajadores" después de que Pescanova hubiera presentado este lunes, en el juzgado mercantil número 1 de Pontevedra, la solicitud del concurso voluntario de acreedores. En declaraciones a Europa Press, el responsable de Alimentación de UGT, Ignacio Couñago ha señalado que, con la solicitud del concurso y la confirmación de Pescanova de que el presidente del Consejo, Manuel Fernández de Sousa, vendió casi la mitad de su participación en la compañía para aportar liquidez, la situación del grupo y de los trabajadores "huele muy mal". "Estas informaciones van a dejar más intranquilos a los empleados, y nos tememos lo peor", ha apuntado, al tiempo que ha deseado "que se apague este fuego".
Según Couñago, las noticias que se van conociendo de Pescanova, "hacen pensar que no se pueden descartar los recortes de plantilla". El representante de UGT ha añadido que, "tal y como están yendo las cosas", los delegados "se arrepienten" de haber firmado en su día la carta de apoyo al presidente del Consejo, un comunicado leído por representantes de los trabajadores a los medios, en el que transmitían su "confianza y apoyo" a la dirección de Pescanova.
El portavoz de la CIG, Xosé Fernández Piñeiro, ha coincidido en señalar que "a día de hoy, los delegados no la hubieran firmado por iniciativa propia". Asimismo, ha optado por "ser prudente" con respecto a la solicitud del concurso voluntario de acreedores, hasta que dicha solicitud sea admitida, se nombren administradores y se conozca, en su caso, el plan de reestructuración que presente la empresa.
El responsable de Alimentación de CC.OO., Francisco Vilar, ha evitado pronunciarse sobre la situación concursal de la multinacional, ya que "hacer valoraciones sin tener toda la información sería especular".
Las "tensiones de tesorería" y problemas de liquidez de Pescanova comienzan a tener consecuencias inmediatas en las contratas que realizan algún servicio para la multinacional pesquera gallega, y una de esas consecuencias es la retirada de los 17 trabajadores que realizaban servicios de seguridad en la planta principal de la compañía, en Chapela-Redondela (Pontevedra). Según han confirmado fuentes sindicales a Europa Press, desde las 6.00 horas de este lunes, la factoría de Chapela se ha quedado sin personal de seguridad. De hecho, han precisado las mismas fuentes, la plantilla que realizaba estas labores, de la empresa Securitas, ha ido mermando "en las últimas semanas", hasta reducirse ahora a cinco auxiliares "que realizan labores de información o cogen el teléfono, pero no son empleados de seguridad". Además de la planta de Chapela, Securitas se encargaba también de la seguridad de al menos tres viviendas de directivos de la compañía, un servicio que también ha sido rescindido.
Según han señalado a Europa Press fuentes conocedoras de la situación de Pescanova, hay "problemas de pago" con otras empresas, como la firma Viveiros A Doa, que suministra plantas y hace mantenimiento de jardinería. Esas fuentes incluso han señalado que "hay retrasos" para abonar los servicios de la empresa de limpieza. Según avanzó Europa Press la pasada semana, Pescanova dispondría de liquidez sólo hasta este lunes para afrontar pagos a los proveedores, impuestos y necesidad de circulante, lo que hace que la situación de la firma pueda ser "dramática e insostenible" a partir de esta fecha si no se materializa antes la venta del negocio de Chile.
"Urge liquidez, más allá del día 15 la firma necesitaría un crédito puente de entre 50 y 60 millones de euros de aplicación a partir de esa fecha para pagos a proveedores, impuestos y necesidad circulante", según señalaron a Europa Press en fuentes conocedoras de la situación de la compañía que, de momento, no ha anunciado recortes que afecten a los salarios o a la plantilla.
Pescanova debe presentar ya las cuentas del ejercicio 2012, acompañadas de una declaración de responsabilidad de los administradores, y concretar su deuda a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La multinacional gallega podría incurrir en pérdidas, con una deuda de 2.700 millones de euros, es decir, unos 1.200 millones de euros por encima de lo que figura en el pasivo auditado (1.522 millones de euros al cierre del tercer trimestre de 2012). De no cumplir con el requerimiento de la CNMV, que consideró la anterior documentación remitida por Pescanova "incompleta e insuficiente", la firma gallega puede cometer una infracción muy grave, tal y como recoge la Ley del Mercado de Valores.
Pescanova podría afrontar multas monetarias por retraso en la información de auditoría y resultados, con sanciones de hasta la mayor de las siguientes cantidades: el quíntuplo del beneficio bruto obtenido como consecuencia de los actos u omisiones en que consista la infracción; el 5% de los recursos propios de la entidad infractora, el 5% de los fondos totales, propios o ajenos, utilizados en la infracción, o 600.000 euros.
El presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, vendió, con "importantes pérdidas", a lo largo de los meses de diciembre, enero y febrero casi la mitad de su participación en el grupo "para aportar liquidez" a la compañía, según informó la empresa de congelados en un comunicado.
En concreto, las sociedades Inverpesca S.A. y Sociedad Anónima de Desarrollo y Control vendieron al mercado un total de 1,986 millones de títulos, representativos de un 6,9% del capital, con lo que la participación de Fernández de Sousa se sitúa en el 7,45% de Pescanova y sigue siendo el mayor accionista, según ha declarado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el presidente de Pescanova esta mañana.
Según los registros de la CNMV, Manuel Fernández de Sousa es el máximo accionista de Pescanova con una participación del 14,42% del capital social.
En el documento presentado al supervisor bursátil, Fernández Sousa insiste en que, "preocupado por la situación de tesorería del grupo y las dificultades que Pescanova tenía para financiarse, decidió poner su patrimonio a disposición de la compañía para resolver problemas urgentes de liquidez", dando instrucciones a los administradores de sus sociedades para que el dinero neto resultante de la venta se utilizara de esta manera, añadió la compañía.
Pescanova subraya que su presidente aportó a la CNMV los documentos que acreditan la entrega a la compañía de estos préstamos a principios de febrero, lo que es "muy significativo" porque en aquellos momentos "seguía intacta la imagen" de la empresa. Además, destaca que incluso el pasado 26 de febrero, el auditor comunicó a la compañía su intención de confirmar, "sin salvedades", las cuentas anuales del ejercicio 2012. "Y el mercado reaccionó al alza cuando Pescanova comunicó las dudas sobre la continuidad del negocio y la posibilidad de acogerse al preconcurso, por lo que el esfuerzo económico que hacía el presidente tiene sentido solamente desde el compromiso con la compañía".
Pescanova tiene como fecha límite este lunes para presentar las cuentas del ejercicio 2012, acompañadas de una declaración de responsabilidad de los administradores, y concretar su deuda a la CNMV. La multinacional gallega podría incurrir en pérdidas, con una deuda de 2.700 millones de euros, es decir, unos 1.200 millones de euros por encima de lo que figura en el pasivo auditado (1.522 millones de euros al cierre del tercer trimestre de 2012).
R.