El exmagistrado de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, fue boicoteado por estudiantes de la Universidad de Santiago (USC)

El exjuez optó por pedir a sus detractores que subieran a la mesa para unirse al debate, ocasión que uno de ellos aprovechó para reafirmarse en sus insultos basándose en el proceder de la Audiencia Nacional al aplicar la consideración de grupo terrorista a la organización independentista Resistencia Galega. Expuestos estos argumentos, este estudiante volvió a situarse junto a sus compañeros, que prosiguieron con sus cánticos pidiendo 'Fóra fascistas da USC' ('Fuera fascistas de la USC') entre reproches del resto de asistentes a la conferencia. Otro colectivo independentista, Ceivar, ya había solicitado a la USC que "denegase la utilización de sus instalaciones" a Garzón por haber sido parte de "un tribunal que ampara la aplicación de la tortura a personas detenidas por delitos de naturaleza política".
El mismo esquema de protestas cruzadas entre partidarios y detractores del exjuez que se vivió en la Facultad de Ciencias de la Educación se repitió, más acentuado, en el acto previsto en Geografía e Historia. Antes de que trascendiese que el jurista no acudiría a esta conferencia, los miembros de seguridad de la universidad limitaron a 180 las personas que podrían acceder al aula magna, lo que provocó un pequeño tumulto en el pasillo y el enfrentamiento entre los que pedían la suspensión del acto y los que querían acudir. Así, mientras una decena de estudiantes coreaban 'Torturador, Garzón torturador' y 'Fóra fascistas da USC', otros replicaban: "¡Si no queréis verlo, marchaos!", mientras les advertían de que ellos eran "los verdaderos fascistas". "¡Es un colaborador del violador (Julian) Assange y de la guerrilla paramilitar del narcogobierno colombiano!", respondían desde el otro lado del pasillo, a lo que una alumna espetó a los manifestantes de AGIR: "¡Pues mandadle una carta bomba a su domicilio, que es lo que sabéis hacer!".
El periplo de Baltasar Garzón por Santiago comenzó el lunes 10 de febrero cuando ofreció una conferencia sobre impunidad, corrupción y derechos humanos organizada por la fundación del céntrico hotel Araguaney en colaboración con la USC. Fue un acto tranquilo, en el que el exmagistrado se dio un baño de masas ante un auditorio abarrotado al que se ganó tras pedir que se permitiese a las numerosas personas que se quedaron sin silla sentarse en las escaleras a su alrededor. En este coloquio contó con la presencia del escritor Manuel Rivas, que también fue señalado por los colectivos independentistas como "cómplice de Garzón" y "burócrata".
El exmagistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha lamentado la actitud de un colectivo estudiantil independentista que ha tratado de boicotear las conferencias que tenía programadas en la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y ha asegurado que él "siempre" trató de que la lucha antiterrorista fuese "una lucha legal". "La política antiterrorista de España puede tener fallos, se puede corregir, se debe corregir", ha admitido, en un comunicado remitido a los medios de comunicación, pero ha reivindicado que él creó un protocolo -el conocido como Protocolo Garzón- para "prevenir los casos de tortura y maltrato" y también "las falsas denuncias contra los policías". "Siempre intenté que la lucha frente al terrorismo fuera una lucha legal, sin consentir en ningún momento que se produjeran excesos", ha incidido, antes de reivindicar que ese protocolo, que ha sido destacado como "una buena práctica para la prevención de la tortura" por diversos organismos internacionales, "ha dado resultado".
El exmagistrado de la Audiencia Nacional ha añadido que lo que trató de explicar a los estudiantes que le tildaron de "fascista" y "torturador" fue que "sin duda, se tiene que profundizar más en la investigación de los casos de tortura". Ante ello, lo que ha lamentado es que este colectivo "continuase repitiendo sus consignas" en lugar de participar en la conversación. En el lado opuesto, el exjuez ha puesto en valor lo "bonito" que ha sido que el resto de los alumnos que acudieron a su conferencia en la Facultad de Ciencias de la Educación "han reaccionado" y "han tachado de intolerantes a estas personas que no dejaban que un acto transcurriera de forma democrática en la universidad".

Nota de prensa remitida por el Gabinete de Comunicación de la Universidad de Santiago (USC):
O reitor Juan Casares e o presidente da Fundación FIBGAR, Baltasar Garzón, asinaron un convenio marco de colaboración que posibilitará o desenvolvemento futuro de actividades culturais, científica, pedagóxicas ou de investigación, entre outras. A Fundación Internacional Baltasar Garzón (FIBGAR) ten como fin potenciar o respecto e a promoción e defensa dos Dereitos Humanos e a cooperación ao desenvolvemento nunha cultura de seguridade xurídica e de paz. A sinatura protocolaria do acordo celebrouse no Colexio de San Xerome.
A colaboración entre a USC e FIBGAR poderá materializarse na execución de proxectos e programas de investigación e desenvolvemento; a cooperación en programas de formación de persoal investigador e técnico; o asesoramento mutuo; a organización e execución de actividades comúns relacionadas coa promoción social da investigación, a docencia e o desenvolvemento tecnolóxico; e o intercambio de persoal por tempo limitado.
Para cada unha das iniciativas que se decida acometer de xeito conxunto, a USC e FIBGAR asinarán convenios específicos nos que se definirán as particularidades do proxecto. Inicialmente, este convenio marco terá unha vixencia de 2 anos, renovables por períodos iguais por acordo tácito.
Con posterioridade ao acto de sinatura, o xurista Baltasar Garzón participou nun relato-conversa arredor do tema ‘Democracia e Dereitos Humanos’ que organizou o grupo de investigación en Pedagoxía Social e Educación Ambiental (SEPA - interea). Asistiron a esta xornada, o propio reitor Juan Casares; o decano da Facultade de Ciencias da Educación, Lois Ferradás; a directora da Cátedra Unesco de Cultura da Paz, Mar Lorenzo; o coordinador do grupo SEPA - interea, José Antonio Caride; e a vicepresidenta de FIBGAR, Carmen Durán.
Un grupo de aproximadamente trinta persoas con pancartas contra o xurista tentou interromper en distintos momentos o desenvolvemento da sesión. O grupo foi contestado polos propios asistentes ao acto que reprocharon as interrupcións e rexeitaron a natureza das reivindicacións.
Fotografías: Gabinete de Comunicación de la Universidad de Santiago (USC)
R.