Skip to main content
A | B | C | D | E | F | G | I | L | M | N | O | P | Q | R | S | T | V | X | Z

Feijóo visita el martes, 25 de marzo, la capilla ardiente de Adolfo Suárez en el Congreso y dice que el mejor homenaje que se le puede hacer al expresidente es insistir en la unidad democrática

El jefe del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, ha erigido al expresidente del Gobierno Adolfo Suárez en "modelo" de político y de español y ha afirmado que "el mejor homenaje" que se le puede hacer es "insistir en la unidad democrática de España y en la unidad de la España de las autonomías". En una declaración convocada con motivo del fallecimiento de Suárez, Feijóo ha considerado que la trayectoria del expresidente es "una fuente permanente de inspiración" y ha pedido a los político actuales recurrir a ella. El camino que él inició "desde el entendimiento, la fortaleza y la determinación" debe "inspirar" en "estos caminos difíciles a los que se enfrentan hoy Galicia y España" y puede "servir de guía para transitarlos".

Tras el fallecimiento, el presidente gallego ha indicado que Galicia pretende rendirle un doble homenaje a Suárez. Por una parte, ha avanzado que se desplazará este lunes a la capilla ardiente instalada en el Congreso en Madrid para "testimoniar a la familia el cariño y el reconocimiento del pueblo de Galicia por su trayectoria y su compromiso permanente con España". El otro homenaje, ha agregado, debe desarrollarse en los próximos "días, meses y años" y consiste en "mantener la unidad democrática de España" y en "insistir" en la "grandeza" de Suárez. "Él fue capaz de vencer todas las dificultades; nosotros también tenemos que ser capaces de vencer las dificultades que nos toca vivir en los momentos actuales".

El presidente de la Xunta ha querido transmitir el "pesar de todo el pueblo gallego" por la muerte de Adolfo Suárez, quien "estará siempre en la memoria y en el corazón de los gallegos". Pese a que el empeoramiento de su salud era conocido y se sabía desde hace unos días que "el desenlace podía ocurrir en cualquier momento", una vez dada la noticia, "invade la tristeza que embarga a cualquier persona de bien". "Hoy muere un padre, un padre de la política, un padre de la España democrática, un padre de la España de las autonomías, en definitiva, hoy muere un político lleno de grandeza, un político que debe ser un modelo para todos los políticos.

Feijóo ha trasladado el agradecimiento a Suárez desde diferentes perspectivas. Como europeo, porque mostró al mundo que se podía hacer "una transición democrática, pacífica, inteligente y fértil", que es estudiada en "cualquier universidad", ha dicho. Como español, ha proseguido, porque "inauguró una historia diferente en España, que supuso la reconciliación definitiva de todos los españoles" y "del milagro de la transición democrática". También ha dado las gracias como gallego, puesto que interpreta que el hecho de que el padre de Suárez naciese en Galicia "le sirvió para entender la complejidad de España dentro de la unidad de la nación". "Siempre entendió Galicia; entendió que Galicia quiere ser parte de España pero respetando las singularidades de la comunidad autónoma"

El presidente gallego también ha trasladado el agradecimiento como político "porque la política y la grandeza tienen que ser sinónimos y en Suárez se encuentra esos sinónimos concretados en un presidente, en una persona, en un político". "La grandeza de toda su carrera política acredita que hoy no solo es un modelo de político, sino que es un modelo de español", ha asegurado y ha considerado que es, asimismo, "un modelo de patriota".

El expresidente, el primero de la democracia tras la dictadura franquista en España, demostró que son "compatibles" la "divergencia" y la "generosidad" y que se pueden tener "ideas distintas, pero converger en un denominador común: el interés general de los ciudadanos". Feijóo ha valorado las reacciones de la sociedad civil gallega, del resto de fuerzas políticas y de los representantes de las instituciones de Galicia tras conocerse el fallecimiento de Adolfo Suárez.

Suárez tendrá una calle en la capital de Galicia

El alcalde de Santiago de Compostela, Ángel Currás, ha reconocido que el Ayuntamiento compostelano le dará el nombre del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez a una de sus calles cuando su viario "lo permita", ya que, en este momento, "no hay ninguna calle en previsión", pero se valorará en alguno de "los polígonos que están en construcción". Ángel Currás, a preguntas de los medios de comunicación, ha recordado que el acuerdo de poner una calle en la ciudad compostelana a nombre de Adolfo Suárez González está tomado desde el 23 de febrero del año 2012, en pleno.

El regidor compostelano ha añadido que no sólo está pensado dar el nombre a una calle del "artífice de la democracia", sino también el del exmandatario socialista Felipe González. Currás ha considerado que Adolfo Suárez "se lo merece" después de que su vida política acabara "silenciándolo" o "incluso ninguneándolo". Además, ha valorado al expresidente como una persona "generosa y audaz" y ha considerado su papel "de consenso y concordia" durante la transición como "decisivo".

Semblanza de la Xunta de Galicia sobre la figura de Adolfo Suárez:

Cando Adolfo Suárez toma as rendas da transición, estaba aínda vixente a terrible advertencia que Antonio Machado facía ao "españolito" que viña ao mundo. "Unha das dúas Españas xearache o corazón", dicía o poeta. Non parecía haber máis alternativa que afiliarse a un dos bandos fratricidas, ou perecer vítima deles, como lle sucedeu por certo ao autor do célebre poema.

A historia do noso país resumíase nese dilema terrible. Certamente non só recollía enfrontamentos civís, pero incluso os períodos de paz estaban presididos polo desquite. Non eran as nosas paces ecuánimes, senón que nelas existían sempre vencedores e vencidos. Uns gobernaban, rexían as vidas dos cidadáns e ata redactaban constitucións, mentres que os outros se limitaban a soportar, agardando a quenda que lles permitira vingarse. Era unha espiral interminable que á morte de Franco volve sobrevoar o destino dos españois.

Por máis que soe a grandilocuente, a verdade é que Adolfo Suárez inaugura unha historia diferente. Faino baseándose nun principio que expuxo durante a presentación da Lei da reforma política, en 1976: "o futuro non está escrito porque só o pobo pode escribilo”. Situar a vontade popular por enriba dun destino que sempre nos fora ingrato, foi a grande achega do home que acaba de deixarnos. Suárez díxonos que España non era un país maldito, nin predestinado ao preito permanente, e demostrou que a reconciliación das dúas Españas era posible.

Adolfo Suárez fixo que os españois crésemos en nós mesmos, devolveunos confianza e autoestima, destruíu o tópico de que só podiamos ser gobernados con man dura. Grazas a iso estableceu coa sociedade unha complicidade que poucos políticos lograron. A clave deuna nunha frase que segue tendo plena vixencia para todos os que desempeñamos responsabilidades públicas. Para o primeiro presidente que abre as portas á liberdade, a democracia non é outra cousa que "elevar á categoría política de normal, o que a nivel de rúa é plenamente normal".

Non había manuais para pilotar a transición. Non se contaba con precedentes do paso pacífico dunha ditadura a unha democracia no noso ámbito internacional, e menos aínda no noso pasado. A grande inspiración encóntraa Suárez na sociedade mesma, anguriada por unha disxuntiva que parecía excluínte entre continuísmo e ruptura. Coa tutela permanente da Súa Maxestade o Rei, abre unha terceira vía pola que poden camiñar non só os españois de entón, senón tamén os do futuro.

Ao facelo, Adolfo Suárez reivindica algo sistematicamente denigrado pola ditadura: a política. Nuns tempos nos que a política suscita receos, en ocasións explicables por comportamentos pouco edificantes, o seu recordo é tamén o recordo dunha Política con maiúsculas que une, remove obstáculos e encontra unha solución para cada problema.

Adolfo Suárez non é un tecnócrata, nin alguén que aplique receitas publicadas por especialistas. É un político, capaz de implicar coas súas palabras e os seus feitos a todo un país. A proba de que a maior xesta dos últimos séculos do noso país leva o selo de Adolfo Suárez, é que os españois vivimos na súa herdanza.

O camiño que el trazou segue aberto. Por el segue transitando a democracia, e seguimos camiñando os españois sen medo a que a outra España nos xee o corazón. Hai dúbidas, padecemos imperfeccións, soportamos crises de todo tipo, pero para solucionar todos os desafíos, contamos co recordo dun home excepcional.

El ensinounos que a política é nobre. Grazas a el aprendemos que España é unha nación diversa e unida, capaz de escribir por si mesma a historia.

R.