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El presidente de la Xunta defiende a los políticos vocacionales, convencidos y honestos, y aspira a ser útil a Galicia y al presidente del Gobierno

Nota de prensa remitida por el Gabinete de Comunicación de la Xunta de Galicia:

El presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, valoró las virtudes de la democracia y su capacidad para corregir situaciones anómalas sin poner en peligro la estabilidad y la convivencia. “Reforma, rectificación y enmienda son consustanciales con la democracia. La democracia da preferencia a los reformadores sobre los falsos mesías, y gracias a eso los cambios que en ella se producen no son traumáticos, ni irreversibles”, aseveró.

Feijóo, que hoy participó en los Desayunos de Europa Press, afirmó que en la actualidad existe un nuevo fariseísmo que menosprecia en su totalidad el sistema vigente y que pretende hacer creer que ideas como reforma, rectificación o enmienda no tienen cabida. Y, ante esto, aseguró que es “precisamente ahora cuando se requieren personas que no se vean condicionadas por las mentiras que cuestionan nuestro sistema democrático, sino que crean en él porque ha sido el que ha garantizado el mayor período de progreso social y económico de toda nuestra historia; personas que piensen y actúen en grande, y no con objetivos individuales o partidistas”.

En esta misma línea, incidió en que el poco fundamento de aquellos que niegan las posibilidades del país para seguir avanzando se hace evidente desde su discurso económico: “Niegan el logro económico de haber evitado el rescate de España, olvidando que incluso algunos de ellos nos quisieron convencer de que lo mejor era pedirlo. Niegan cualquier dato positivo, olvidando que el crecimiento de la economía y la reducción del paro es el fruto del esfuerzo de un gobierno, pero sobre todo del conjunto de los españoles. Niegan la mejora de los servicios públicos, obviando que no hace tanto tiempo estaba en serio cuestionamiento la viabilidad futura de la Sanidad Pública, de la Educación Pública o de los Servicios Sociales Públicos”, destacó.

Si bien aún queda por hacer, Feijóo valoró el trabajo hecho hasta ahora y abogó por continuarlo. “La cuestión estriba en saber si damos una respuesta como fariseos o como publicanos, una respuesta reformista o rupturista, una respuesta que quiere curar u otra que busca la amputación expeditiva”, dijo, a lo que añadió que la mayor parte de los estados que forman parte de nuestra cultura política respondieron con reformas, “tanto en el plano institucional como en el funcionamiento de los partidos”.

Durante su intervención, el presidente de la Xunta destacó también que en los últimos tiempos está surgiendo una clara diferenciación entre autonomías que se hacen más pequeñas con un nacionalismo obsesivo, y otras que se empeñan por superar sus límites geográficos.

Sobre este punto, aseveró que Galicia forma parte de esta segunda categoría, refiriéndose al galleguismo sin fronteras, con el que se siente plenamente identificado la mayoría de los gallegos. “Ese galleguismo reformista es la idea que nos mueve”, afirmó, a lo que añadió que es también la idea que permite a la comunidad estar alerta contra intentos de socavar la equidad territorial, mediante reformas ambiguas del Estado autonómico, o ataques a las infraestructuras básicas para el desarrollo de Galicia.

En relación al primer envite, Feijóo explicó que si el federalismo que algunos propugnan supone privilegio para ciertas comunidades en perjuicio de otras, “es inaceptable”; “y, si solamente consiste en cambiar el nombre de nuestra organización territorial, entonces es superfluo”.

Asimismo, y respecto al segundo, el titular del Ejecutivo autonómico afirmó que el caso del AVE sirve para retratar lo que se esconde bajo la retórica de determinados círculos. “Resulta curioso que se formara una heterogénea coalición de intereses para frenar un proyecto que, por suerte, sigue llevando con compromiso inalterable el Gobierno central”, dijo, a lo que añadió que con esa postura no sólo se resta competitividad al país, “es también una cuestión de principios, una cuestión de equidad, porque no es posible ni compatible defender la igualdad de todos los españoles y estar en contra del AVE en Galicia”.

Frente a la incoherencia, Feijóo abogó por la coherencia y por el diálogo para gobernar, “no para desgobernar”, recordando que el proceso democrático en España y el proceso autonómico en Galicia, se cimentaron con aquel principio enunciado por Adolfo Suárez, consistente en ‘elevar a la categoría de políticamente normal, lo que en la calle es normal'.

“En las calles de los años setenta, y en las del 2015, lo normal es la convivencia, la moderación, la comprensión de los problemas, y también enfados legítimos por esta medida o aquel comportamiento”, dijo, a lo que añadió que lo realmente pasado de moda en el mundo de hoy es la tensión social, la segregación y la insolidaridad.

Fotografía: Gabinete de Comunicación de la Xunta de Galicia.
R.